CCD | Un documento oficial de la Contraloría General de la República del Ecuador, señala al ex presidente de Pdvsa Nelson Martínez, hoy acusado de corrupción por Nicolás Maduro, como responsable de un contrato con un sobreprecio de 30 millones de dólares en el proyecto de la Refinería del Pacífico Eloy Alfaro, que nueve años después de su inicio aún sigue sin concretarse.
Por este caso, la fiscal ecuatoriana que investiga la trama de corrupción de Odebrecht vinculó en agosto a otros dos venezolanos: El ex gerente técnico de la refinería del Pacífico, Freddy Salas Neuman y Alexis Arellano, quien fue gerente en Ecuador de PDVSA.
En el documento oficial fechado en junio de 2014, en el que la autoridad ecuatoriana rechaza una solicitud de revisión por parte del propio Nelson Martínez, se señala también Luis Aurelio Jaramillo Arias y José Ramón Arias Lanz como corresponsables de la irregularidad. Junto a Martínez, integraba el directorio de la refinería, proyecto conjunto de Pdvsa con PetroEcuador del cual la petrolera venezolana confirmó su salida este año.
La Contraloría determinó que en ese contrato existió un perjuicio al Estado de casi 30 millones dólares en el cual estaría involucrada también la empresa SK E&C Consultores Ecuador S.A.
Las primeras noticias de South Korean (SK) llegaron a Ecuador desde el Palacio de Miraflores, Venezuela. Pdvsa notificó en octubre de 2007, al entonces presidente de Petroecuador, Carlos Pareja Yannuzzelli, la decisión de contratar con SK el diseño de la nueva refinería del Pacífico (RDP) en la provincia de Manabí. La misiva tenía las firmas de Nelson Martínez y Asdrúbal Chávez de Pdvsa, primo de Hugo Chávez. La participación de la firma coreana en la RDP fue validada por el Directorio de Petroecuador, presidido por Galo Chiriboga Zambrano.
Luego de analizar la solicitud de Nelson Martínez, la autoridad ecuatoriana concluye que mantiene firme los cargos por «responsabilidad civil culposa» que en su contra se establecieron en la Resolución 4686 del 02 de octubre de 2013.
A pesar de estas acusaciones, Nicolás Maduro no sólo no ordenó ninguna investigación en su contra sino que nombró a Nelson Martínez al frente de Citgo en 2013, donde permaneció hasta diciembre de 2016. En agosto de 2017 fue nombrado presidente de Pdvsa hasta noviembre cuando fue sustituido por el general Manuel Quevedo.
En la madrugada del jueves 30 de noviembre, fue privado de libertad junto al ex ministro de Petróleo Eulogio Del Pino por estar presuntamente involucrados en hechos de corrupción en la firma del contrato de refinanciamiento de deuda de la empresa Citgo. Al ex presidente de Pdvsa se le imputan ahora delitos de peculado doloso propio, concierto de funcionario público con contratista y legitimación de capitales y asociación.
Rafael Ramírez, Eulogio del Pino y Nelson Martínez fueron piezas fundamentales en la degeneración de Pdvsa, en su transformación de ser una de las petroleras más importantes del globo a la calamitosa posición que ocupa hoy como brazo financiero del PSUV, el partido de la dictadura que asfixia a Venezuela.
Es imposible que Hugo Chávez antes y Nicolás Maduro ahora ignoraran el proceso de degradación que carcomía a Pdvsa. Sobre todo porque fue la consecuencia lógica de las desastrosas decisiones económicas y gerenciales que tomaron pensando solo en los objetivos políticos internos y la proyección internacional del mal llamado «socialismo del siglo XXI».
Ahora, Maduro trata de huir hacia adelante ejecutando la purga de quienes hasta ayer fueron los ejecutores de las decisiones tomadas al más alto nivel, sin que eso signifique que en el camino no formaran parte fundamental del saqueo al que fue sometida la otrora poderosa empresa petrolera.
Fuente: Redacción