CCD Sinopec, una de las petroleras estatales más importantes de China, demandó a Pdvsa por incumplimiento de pago ante el Tribunal Federal de Distrito de los Estados Unidos (EEUU) en Houston, Texas, el pasado 27 de noviembre. La compañía asiática exige a la venezolana un total de $23,7 millones más daños punitivos porque, debido al incumplimiento de pago, Sinopec “sufrió daños por decenas de millones de dólares”.
La demanda indica que en 2012 Pdvsa habría recibido 45 toneladas de barras de acero, valoradas en $43,5 millones de la estatal China, pero sólo pago la mitad del monto adeudado, según reseñó el diario estadounidense Herald-Tribune.
Anteriormente, el 21 de noviembre la empresa china había presentado una “Solicitud de Arbitraje” ante la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional contra Pdvsa y la filial de la estatal venezolana Bariven SA.
La demanda reveló que, antes de acudir a los tribunales, durante años Sinopec pidió a Pdvsa que pagara la deuda, siendo en octubre pasado la última vez que la venezolana se comprometió a pagar la deuda.
“Durante octubre de 2017, Pedro Salazar, el abogado interno de PDVSA, prometió a Sinopec pagar la factura comercial”, alegó China en la demanda, en la que aseguró que “las promesas de pago de PDVSA han estado vacías en todo momento”.
Incluso, en 2016 el presidente de Sinopec discutió el pago de la factura con el vicepresidente de Finanzas de Pdvsa, quien, según el documento, le prometió que realizarían el pago.
En septiembre de ese mismo año, la petrolera venezolana le informó a la asiática que la Junta Directiva de Pdvsa aceptó una propuesta de pago para saldar la deuda, tras el anuncio ambas compañías intercambiaron, por escrito, el borrador del compromiso de pago, pero después, según la demanda, Pdvsa “evitó que se cumpliera el acuerdo”.
En el documento, la petrolera china asegura que no se trata de un simple caso de incumplimiento de pago sino de “una transacción comercial compleja calculada específicamente para dejar a Sinopec sin opción”. Además, afirmó que las actuaciones de los funcionarios de la empresa venezolana fueron cometidas con “malicia e intención de causar daño, o en la alternativa, fue cometida con total indiferencia a un alto grado de riesgo para Sinopec”.