CCD El Tribunal Criminal de Lisboa condenó hoy al exagente de los servicios secretos portugueses Frederico Carvalhão Gil a siete años y cuatro meses de prisión por crímenes de espionaje y corrupción pasiva.
La defensa del condenado ya anunció que va a recurrir la sentencia del tribunal, que consideró que el antiguo espía puso en peligro la seguridad nacional de Portugal.
El juicio a Carvalhão Gil, que por el momento va a permanecer en prisión domiciliaria con pulsera electrónica, se realizó a puerta cerrada porque se trataron asuntos relacionados con secretos de Estado.
Carvalhão Gil fue detenido en 2016 en Roma, tras reunirse en una cafetería con un supuesto agente secreto que trabajaba para los rusos y que también fue detenido.
Tras ser extraditado a Portugal, la Fiscalía lusa lo acusó de los delitos de espionaje, violación de secreto de Estado y corrupción, al considerar que vendía información a cambio de dinero.
Según las informaciones publicadas entonces por la prensa lusa, el espía traficó con documentación sensible sobre la OTAN y la vendió a Rusia.
