CCD La Policía israelí tiene intención de recomendar a la Fiscalía acusar al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de varios cargos de corrupción cuando presente la semana próxima sus conclusiones sobre dos casos en los que está siendo investigado, informaron hoy medios israelíes.
Según aseguró hoy el diario Maariv y anoche el Canal 2 de noticias, los investigadores policiales prevén pedir que el jefe del gobierno sea acusado formalmente de fraude, abuso de confianza y aceptación de sobornos.
El equipo policial que trabaja en los casos está en el tramo final de su investigación, que concluirá con la entrega de resúmenes y recomendaciones sobre la posible acusación de varias personas involucradas en la trama.
El inspector general de la Policía, comisario Roni Alsheich, se reúne hoy con el equipo de detectives, sus comandantes y los principales oficiales de la Unidad de Investigaciones e Inteligencia, que le presentarán los resultados de sus pesquisas, un documento que resume los casos contra el primer ministro y sus recomendaciones.
Entre los consejos policiales, Maariv asegura que estaría la de acusar a Netanyahu, a su amigo y multimillonario productor de Hollywood, Arnon Milchan, y al editor y propietario del diario israelí Yediot Aharonot, Arnon Mozes, además de a otros sospechosos.
Tras presentarse ante la Fiscalía, el proceso de revisión de los resúmenes policiales durará dos o tres meses, y luego se informaría a los sospechosos sobre si se toma la decisión de acusarlos.
Netanyahu está investigado en dos casos, conocidos como 1.000 y 2.000. En el primero se le investiga por recibir lujosos regalos de millonarios supuestamente a cambio de favores y, en el segundo, por tratar de conseguir una cobertura beneficiosa de un periódico a cambio de perjudicar a otro.
El primer ministro y su mujer, Sara, han reconocido haber recibido regalos (entre ellos puros y champán francés por valor de más de 20.000 euros), pero han negado que su aceptación constituya un acto criminal y alegado que eran «nimiedades» intercambiadas entre amigos íntimos.
En ambos casos, Netanyahu ha reivindicado su inocencia y asegurado que no ha cometido ninguna ilegalidad, reiterando la frase: «No habrá nada porque no hay nada».