CCD El Parlamento venezolano, de mayoría opositora, informó hoy que la comisión de política Interior investigará la muerte de 18 mineros durante un enfrentamiento con el Ejército en el sureste del país el pasado 10 de febrero.
«La Comisión Permanente de Política Interior, de la Asamblea Nacional, abrirá una investigación en torno a la masacre de Cipraca, en el Estado Bolívar, donde fueron masacrados 18 mineros, durante un operativo de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), el pasado sábado 10 de febrero», informó el Parlamento en un comunicado.
La investigación estará liderada por la diputada Delsa Solórzano, quien adelantó, siempre según el texto, que se citará a «los responsables por parte del Ejército» y que se pondrán en contacto con el Ministerio Público, la Defensoría del Pueblo «y demás organismos que corresponda».
Advirtió de que «una ocasional falta de respuesta» llevará a los citados a «incurrir en denegación de la justicia» y aseguró que este caso «irá a la Corte Penal Internacional (CPI) y engrosará el expediente que se ha venido recabando».
«Será llevado a muchas instancias internacionales», añadió sin especificar.
Medios locales informaron el 11 de febrero de la muerte de 18 mineros, entre ellos una mujer, el día anterior en un enfrentamiento con la 51 Brigada de Infantería de Selva en la mina Cicapra de Guasipati, en el municipio Roscio del estado Bolívar.
«Todos presentan heridas por arma de fuego, esto producto del intercambio de disparos que hubo entre los funcionarios y el grupo armado que dirige el sector», informó entonces una fuente militar al diario el Correo del Caroní, quien indicó además de que se incautaron armas, explosivos y municiones.
«En total fueron cuatro fusiles de asalto ligero, un fusil R-15, siete pistolas de diversos calibres, tres revólveres, una escopeta y dos granadas», especificó el rotativo.
Esta franja, conocida como el Arco Minero del Orinoco y que tiene una extensión aproximada de 111.000 kilómetros cuadrados que se extienden desde el territorio de la Guayana Esequiba (oriente) hasta la frontera con Colombia (occidente), dispone de grandes reservas de oro, coltán, diamantes, hierro, bauxita y otros minerales.
El tamaño y la dificultad de acceso y control del vasto entorno selvático complica su control y facilita la minería ilegal y anárquica.