CCD La Policía desarticuló una organización que traficaba con armas procedentes de Estados Unidos en el interior de la cárcel más problemática de Bolivia, en una operación con cuatro detenidos, informaron hoy fuentes oficiales.
La operación policial, realizada ayer, permitió la incautación de 17 armas de fuego de grueso calibre, entre ellas quince fusiles de asalto AM 15, una escopeta Merkel del calibre doce y un rifle Winchester del 2.70, explicó el comandante general de la Policía Boliviana, Faustino Mendoza.
El ministro de Gobierno (Interior) de Bolivia, Carlos Romero, explicó en rueda de prensa en Santa Cruz (este) que la banda, que trabajaba en el penal de Palmasola de esa ciudad era «una estructura criminal que pretendía asestar una serie de golpes contra la ciudadanía» desde el recinto penitenciario.
La provisión de armas estaba destinada además a «enfrentarse inclusive a la propia Policía», indicó Romero.
Las armas eran introducidas desde Estados Unidos en Bolivia por un proveedor aún por identificar, que utilizaba una empresa de envío de mercancías.
Mendoza destacó que uno de los detenidos ya había sido arrestado el año pasado como supuesto líder de una banda de tráfico de armas, pero «de forma inexplicable» fue liberado por un juez.
El operativo permitió también decomisar 20.000 dólares, un vehículo tipo vagoneta y equipos para el montaje de armería.
Palmasola está considerada la prisión más conflictiva de Bolivia, donde a mediados de mes fallecieron siete presos en una intervención policial que, según las autoridades bolivianas, evitó una fuga masiva organizada por grupos de poder dentro del penal.
El centro penitenciario alberga más de 5.200 internos, de los que solo unos 400 tienen sentencia condenatoria.
Las cárceles bolivianas presentan problemas de conflictividad y hacinamiento, debido, entre otros factores, a que el 83 % de los más de 13.800 reclusos está en prisión preventiva sin sentencia y sus casos sufren retraso.