CCD El expresidente brasileño Fernando Henrique Cardoso (1995-2002) reconoció que «ciertamente» hubo corrupción en su Gobierno, pero afirmó que nunca supo, ni participó de ella, en declaraciones que publica hoy el portal UOL.
«No puedo decir ¡Ah, no hubo corrupción en mi Gobierno!. Ciertamente hubo corrupción en mi Gobierno. Yo que no participé, yo que no sabía, no era favorable», comentó Cardoso, uno de los referentes del Partido de la Social Democracia Brasileña (Psdb).
El exmandatario aseveró que durante su gestión nunca «nombró a nadie para robar», pero matizó que tampoco va decir «que no lo hayan hecho».
Cardoso también estuvo salpicado por el escándalo de corrupción destapado en el seno de la petrolera estatal Petrobras y que ha llevado a prisión a decenas de empresarios y políticos brasileños de todo el arco parlamentario.
Las autoridades le investigaron a partir del testimonio a la Justicia de Emilio Odebrecht, patriarca del grupo Odebrecht, implicada en la red corrupta, quien acusó al exjefe de Estado de recibir pagos ilícitos no declarados para campañas electorales.
Esa investigación fue archivada por un juez federal en julio pasado al considerar que los posibles hechos constitutivos de delito ya habían prescrito, pues en Brasil el plazo máximo para depurar o juzgar ese tipo de delito es de 20 años, de acuerdo con el Código Penal.
El escándalo en Petrobras, desde donde se desviaron millonarios fondos que eran repartidos entre políticos, empresarios y ejecutivos de la estatal, ha provocado en estos últimos cuatro años ‘terremotos y réplicas’ igual de fuertes que han generado un alto grado de descrédito hacia el sistema político del país.
En este sentido, Cardoso reconoció que lo que «chamuscó» a su partido, el Psdb, fue «la corrupción, la sensación de que todo el mundo de alguna manera participó de un proceso podrido».
No obstante, el expresidente remarcó que su partido «no hizo lo que hicieron» otras formaciones, en referencia implícita al partido Movimiento Democrático Brasileño (MDB), que lidera el actual presidente del país, Michel Temer, y al Partido de los Trabajadores (PT), que tiene en el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva su máxima figura.
«Por primera vez uno tiene gente poderosa, tanto rica como del poder político en la cárcel. Es una novedad. ¿Estoy personalmente feliz (por eso)? Personalmente, no, pero intelectualmente, sí y políticamente, sí», expresó Cardoso, de 86 años.
Sobre Lula, condenado en segunda instancia a 12 años de prisión por corrupción y con la posibilidad de que ingrese en los próximos meses en la cárcel y sea inhabilitado políticamente, Cardoso aseguró que no «querría estar en la piel» de su sucesor en la Presidencia. EFE