Exministro de dictadura brasileña investigado por corrupción en central amazónica

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CCD La policía brasileña realizó este viernes varios allanamientos centrados en un poderoso exministro de Hacienda de la época de la dictadura, Antonio Delfim Netto, como parte de una investigación sobre sobornos en la construcción de la polémica central hidroeléctrica amazónica de Belo Monte.

Los sobornos, pagados por grandes constructoras, beneficiaron igualmente a partidos políticos como el PMDB (actual MDB) del presidente conservador Michel Temer y al PT de los exmandatarios de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff.

Los operativos se desarrollaron en Curitiba (sur) y Sao Paulo y forman parte de la «Lava Jato», la megacausa que investiga los millonarios desvíos en Petrobras, indicó la Policía Federal (PF) en un comunicado.

Según la PF, existen fuertes indicios de que el consorcio Norte Energia fue «indebidamente favorecido» por el gobierno de Lula (2003-2010) para ganar la concesión de Belo Monte, antes de ceder las obras a otro grupo que debía «pagar sobornos a partidos políticos y a sus representantes, con un 1% del valor del contrato».

Delfim Netto, de 89 años, ministro de Hacienda, Agricultura y Planificación del llamado «milagro económico» durante la dictadura militar (1964-1985) y exdiputado, «recibió 10% de lo que pagaron las constructoras en forma de sobornos» y el resto fue dividido entre el PMDB y el PT, precisa el comunicado.

Hasta ahora «se rastrearon 4 millones de reales de un total estimado en 15 millones (4,6 millones de dólares al cambio actual)», pagados por las constructoras Andrade Gutierrez, Odebrecht, OAS e J. Malucelli a «personas jurídicas relacionadas con Antonio Delfim Netto mediante contratos ficticios de consultoras».

El fiscal Athayde Ribeiro Costa dijo en una conferencia de prensa que los pedidos de sobornos eran encaminados a través de Antonio Palocci, exministro de Hacienda de Lula que purga una pena de 12 años de cárcel por corrupción.

La central hidroeléctrica Belo Monte, ubicada en el río Xingú, en el estado de Pará (norte) fue inaugurada con pompa en mayo de 2016 por Dilma Rousseff y proyectada para ser la tercera mayor represa del mundo.

La central ha sido muy criticada por los indígenas de la zona y organizaciones ambientalistas.

«La obra, además de haber ocasionado graves impactos sociales y ambientales en la región ya demostrados por la fiscalía, también provocó elevados prejuicios económicos para la sociedad», dijo la fiscal Jerusa Burmann Viecili en Curitiba.

En febrero de 2017, la policía ya detuvo a seis personas, entre ellas el hijo del senador oficialista Edison Lobao y el exsenador Luiz Otavio Campos, por sospechas de sobornos pagados durante la construcción de la planta.

 

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