CCD La Comisión de Estupefacientes de la ONU inició hoy en Viena cinco días de debates sobre la situación mundial de las drogas y decidirá si establece un mayor control sobre seis opioides sintéticos que han causado muertes por sobredosis.
A la reunión, que dura hasta el próximo viernes, asisten cientos de representantes gubernamentales y de organismos internacionales, así como expertos independientes y de ONG.
Este miércoles se prevé que los 53 Estados de la Comisión se Estupefacientes debatirán la inclusión de seis opioides sintéticos, análogos al fentanilo, para que sean sometidos a control internacional tras una recomendación en este sentido de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
«Esta sesión también va a discutir restringir el acceso a seis sustancias análogas al fentanilo, incluido el carfentanilo, que han contribuido a la letal crisis de los opioides sintéticos», dijo en la reunión Yuri Fedotov, director Ejecutivo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).
Fedotov aseguró que el problema de las drogas requiere una respuesta global que incluya la prevención, la reducción de la demanda y el tratamiento de drogodependientes en respeto con los derechos humanos.
Según datos de la ONU, más de 200.000 personas mueren cada año por consumo de drogas, un cifra que no incluye las muertes violentas relacionadas con el narcotráfico.
El consumo de fentanilo, una analgésico que es cien veces más potente que la morfina, ha provocado miles de muertes por sobredosis en todo el mundo, especialmente en EEUU.
Entre los opioides que se estudian someter a control está, por ejemplo, el carfentanilo, «responsable de cientos de muertes en todo el mundo», destaca el documento de la OMS que recomienda su control internacional.
El carfentanilo, 10.000 veces más potente que la morfina, es empleado como un anestésico para grandes animales y a veces se mezcla con el fentanilo o con otras drogas, con resultados fatales.
La decisión de su inclusión se someterá a votación en la Comisión, que con gran probabilidad seguirá las recomendaciones de la OMS.
Estas sustancias se incluirían así en el apartado de narcóticos especialmente adictivos, perjudiciales y peligrosos de la Convención Única sobre Drogas de 1961, y su uso, para fines terapéuticos, estaría sometido a partir de ahora a un mayor control internacional.
El fentanilo ya está sometido a restricciones y su uso se limita a aspectos terapéuticos como paliar el dolor de un cáncer y se requiere una receta médica.
La OMS recomienda un mayor control de estas sustancias porque constituyen «un riesgo para la salud pública», han causado ya muertes y su consumo abusivo puede incrementarse si no se toman medidas.
Estos opioides sintéticos producen analgesia, sedación, miosis y problemas respiratorias graves.
La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de la ONU calificó recientemente de «epidemia mortal» la oleada de sobredosis en EEUU, que en 2016 supuso 64.000 muertes.
Más de un tercio de esos fallecimientos estaban relacionadas con el fentanilo y sus análogos, que por su bajo coste se suele mezclar con otras drogas y que también se facturan de forma ilícita, lo que dificulta su control.
EEUU aumentó recientemente las penas contra los traficantes de fentanilo y sus análogos al nivel de la heroína.
Según la DEA, la agencia antidrogas de EEUU, los narcotraficantes añaden el fentanilo a la heroína para incrementar su potencia o la venden directamente, aunque mezclado con otras sustancias para rebajar su pureza, pues aun consumido en diminutas dosis puede ser mortal. EFE
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