Los líderes regionales deben situar la protección de los derechos humanos en un «lugar prioritario» de su declaración final ante la VIII Cumbre de las Américas, que se celebra estos viernes y sábado en Perú y tomar «medidas urgentes» en este tema, pidió hoy Amnistía Internacional (AI).
«Los derechos humanos en las Américas han experimentado un retroceso alarmante en los últimos años: desde las políticas discriminatorias impulsadas por el Gobierno de Donald Trump hasta la represión violenta de manifestaciones en Honduras y Venezuela», manifestó la directora para las Américas de AI, Erika Guevara Rosas.
En una carta abierta dirigida a los líderes asistentes a la cumbre, AI señaló los problemas «más acuciantes» que afronta la región. Entre ellos las crisis de refugiados en Venezuela y América Central, el discurso «retrógrado» sobre los derechos humanos, las dificultades de acceso a la justicia y la lucha contra la impunidad.
Por todo esto, la entidad espera que, tras la cumbre, los dirigentes implementen medidas para mejorar el respeto a los derechos humanos en sus respectivos países.
«Ante la creciente demonización de las comunidades en situación de riesgo y los defensores y defensoras de los derechos humanos, los dirigentes regionales tienen la obligación de tomar medidas urgentes para proteger los derechos humanos de toda la población. Dejar de hacerlo en un momento crítico como este pondría en grave peligro la vida de millones de personas», apuntó Amnistía.
En la carta, la organización también destacó que entre los retos más acuciantes en las Américas están los problemas relacionados con los derechos de los pueblos indígenas, la igualdad sexual y de género, los ataques contra defensores y defensoras de los derechos humanos y el uso excesivo de la fuerza contra manifestantes.
La VIII Cumbre de las Américas congregará, al menos, a una veintena de jefes de Estado y de Gobierno y numerosos vicepresidentes y cancilleres de toda América bajo el tema central de «Gobernabilidad democrática frente a la corrupción».
En la cumbre no participarán el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien será reemplazado por su vicepresidente, Mike Pence; ni el mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro, a quien le fue retirada la invitación.
