Holanda revisa política de tolerancia: La Haya prohíbe fumar cannabis en el centro de la ciudad

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CCD | La Haya se ha convertido en la primera ciudad holandesa en prohibir el consumo de cannabis en el centro de la ciudad, la estación central de trenes y las principales zonas comerciales, en el último ejemplo de una tendencia más amplia hacia controlar la tradicional política de tolerancia del país .

El cannabis se vende abiertamente en 573 cafeterías que operan en 103 de los 380 municipios de los Países Bajos, incluida La Haya.

Sin embargo, el conocimiento del aumento de la fuerza de las variedades de la droga ahora disponible, comparado con la década de 1970 cuando se introdujo la política de tolerancia, y la preocupación de que aliente un comportamiento antisocial, se ha filtrado en el pensamiento de las autoridades centrales y municipales en los últimos años .

Un portavoz de Pauline Krikke, el alcalde de La Haya, dijo que las «muchas quejas» de los residentes y visitantes sobre el fuerte olor del cannabis y el ruido de sus consumidores habían provocado la prohibición.

El vocero agregó que el alcalde y la policía habían decidido que había evidencia de que «el uso de drogas blandas tiene un impacto negativo en el entorno de vida de los residentes y visitantes» en las áreas donde se aplicará la prohibición.

Las multas, cuyo nivel será decidido por el fiscal público, se aplicarán después de ese período, y la policía vigilará proactivamente las entradas de las tiendas para los usuarios.

El municipio de Amsterdam prohíbe el uso de drogas alrededor de las escuelas y los patios de recreo. Rotterdam introdujo una prohibición de uso en 2010 en torno a cinco escuelas vocacionales secundarias, que luego se extendió a las escuelas de toda la ciudad. La ciudad también ha estado buscando reducir el número de cafeterías.

La decisión de La Haya es solo el último movimiento en un intento por ajustar las reglas sobre la venta y el uso del cannabis. Los gobiernos recientes han tomado medidas drásticas al prohibir a los cafés de las zonas fronterizas que presten servicio a los turistas.

 

Fuente: The Guardian

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