CCD El multimillonario y empresario Vincent Bolloré, una de las grandes fortunas de Francia que además del grupo familiar controla Vivendi y Telecom Italia, fue detenido e interrogado hoy por la policía francesa ante las sospechas de corrupción en la obtención de concesiones portuarias en Togo y en Guinea.
Bolloré fue detenido por la Policía Judicial de Nanterre, a las afueras de París, en un procedimiento por «corrupción de agentes públicos extranjeros», según informó el diario «Le Monde».
El empresario fue convocado junto a otros dirigentes del grupo Bolloré (el director general, Gilles Alix y Jean-Philippe Dorent, responsable de la división internacional de su filial de comunicación Havas) para aclarar si hubo un trato de favor en la concesión de los puertos de Lomé, en Togo, y de Conakry, en Guinea.
Tras la difusión de la detención, las acciones de Bolloré bajaron hasta un 9 % y a una hora y media del cierre de la Bolsa de París, el descenso se moderó al 5,6 %.
La empresa, que se dedica al transporte,la logística internacional y la comunicación, y está presente en todo el mundo, desmintió «formalmente» que su filial SDV Afrique «haya cometido irregularidades», según un comunicado.
También señaló que la declaración de sus dirigentes permitirá aclarar un asunto que ya fue objeto de «un examen independiente que concluyó en la perfecta regularidad de las operaciones».
La investigación abierta en Francia busca determinar si Bolloré aprovechó los servicios de comunicación que Havas ofreció en las campañas presidenciales al candidato Alpha Condé en Guinea (elegido en 2010) y a Faure Gnassingbé en Togo (reelegido ese mismo año) como instrumento de influencia para hacerse con los contratos de Lomé y Conakry.
Bolloré insistió en su comunicado en que «el vínculo que algunos tratan de hacer entre la obtención de concesiones y las operaciones de comunicación no tiene ningún fundamento económico y pone en evidencia un gran desconocimiento de este sector industrial».
Afirmó que las concesiones ganadas se explican por su experiencia en las actividades portuarias desde hace más de 30 años, «sus capacidades financieras, su red industrial» y sus inversiones en el continente africano: «más de 2.000 millones de euros en los últimos ocho años, de los cuales 360 millones sólo en 2017».
El arresto de Bolloré llega cinco días después de que anunciara que dejaba la presidencia del consejo de vigilancia del grupo de comunicación Vivendi -que ocupaba desde 2014- en manos de su hijo Yannick, una semana después de abandonar igualmente el mando de la filial de televisión Canal+.
Una retirada que se interpretó por su voluntad de centrarse en la batalla para hacer frente al embate del fondo Elliot en Telecom Italia (donde Vivendi es el principal accionista con el 23,8 % del capital) y a la familia Berlusconi en Mediaset (Vivendi tiene el 30 %).
