CCD La esperanza en un cambio y la lucha contra la corrupción son los principales motivos que han empujado a los votantes iraquíes que participan hoy en las primeras elecciones parlamentarias desde la caída del grupo terrorista Estado Islámico (EI).
Selim Mohamed, de 65 años, aseguró a Efe que acudió hoy a votar junto a su esposa en el centro del distrito de Al Maamún, situado en el oeste de Bagdad, a pesar de la lluvia que se registró en la capital hasta el mediodía, para contribuir a un cambio en la situación del país.
«Tenemos esperanza en las elecciones actuales y creemos que el cambio esperado no puede ocurrir sin estas elecciones. Serán el comienzo del camino del cambio que soñamos», afirmó Mohamed que fue a votar a la escuela Maamun, en el oeste de Bagdad.
Su esposa Sohad Ibrahim, que trabaja como profesora, precisó que «todos hablan de un cambio pero quien lo quiera debe participar en las elecciones para alcanzar este objetivo».
«Hemos venido hoy para votar a gente que creemos que puede cambiar la situación del país a mejor» subrayó la esposa, aunque, al igual que su marido, no dijo a Efe en quién había depositado su confianza tras superar las intensas medidas de seguridad impuestas para evitar posibles atentados.
El entusiasmo de este matrimonio contrasta con las numerosos llamamientos para boicotear el proceso, especialmente en la castigada ciudad septentrional de Mosul, donde el Estado Islámico impuso su ley a hierro y fuego durante tres años.
La esperanza en un futuro mejor y las oportunidades de trabajo para los jóvenes desempleados han sido los principales factores que animaron al estudiante universitario Tarek Hasan a ejercer su derecho a voto, en unas elecciones que deberán perfilar el Parlamento que afrontará la reconstrucción del país tras la guerra contra los yihadistas.
«Nosotros, como jóvenes, queremos mejorar las condiciones de trabajo y modernizar la enseñanza de todas las etapas, desde la preparatoria hasta la universidad porque fue dañada durante los últimos años por la expansión de la corrupción», aseguró Hasan.
Por otra parte, Uasan Ibrahim, una mujer en su cuarentena y con una pierna amputada como consecuencia de un atentado en Bagdad, afirmó a Efe que estas votaciones son una oportunidad para acabar con todos los políticos que participaron en el deterioro político, económico y de seguridad en el país durante quince años.
«Queremos un Gobierno que trabaje para todos los iraquíes sin discriminación y que luche contra la corrupción y los corruptos. También que reconstruya Irak, que fue destruido tanto por el terrorismo como por la corrupción», enfatizó Ibrahim, que también sueña con un futuro mejor para sus hijos.
Amar, un joven de 30 años, ha ido a votar a pesar de que no tiene mucha esperanza en un cambio porque, según asegura a Efe, los grandes partidos controlan los recursos del país y van a continuar gobernando.
«Tras las elecciones, estaremos ante un nuevo Gobierno que deberá dirigir el país cuatro años. Por eso, se debería elegir con precisión a las personas capaces y honestas, para garantizar la marcha del país de forma correcta», destacó Amer.
Abu Kalili, un anciano que llegó al colegio electoral en un vehículo habilitado por los servicios sociales, dice a Efe que «los años difíciles vividos por los iraquíes les han animado a votar, para conseguir una vida digna, para ellos y para sus familias».
Al igual que el resto de los votantes consultados por Efe, Abu Kalili señaló la esperanza en un futuro mejor como el principal aliciente que lo había llevado a votar, a pesar de sus dificultades para desplazarse.
Pero también ha ido a votar por «la justicia social, la mejora de los servicios y la lucha contra la corrupción y el paro».
En torno a 24 millones de iraquíes están llamados hoy a renovar a los 329 diputados del Parlamento que deberá ocuparse de la reconstrucción del país, en unos comicios que cerrarán sus puertas a las 18.00 hora local (15.00 GMT).
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