CCD La estatal Petróleos de Venezuela es blanco de una nueva demanda en Nueva York por más de 25 millones de dólares por el impago de deudas con la contratista canadiense de energía SNC-Lavalin, que busca recuperar el dinero.
La deteriorada infraestructura de PDVSA, donde han estallado varios casos de corrupción, y la fuerte caída de las ventas de petróleo han empeorado la crisis económica en Venezuela, y para la estatal es cada vez más difícil reembolsar las deudas.
La acusación fue presentada el miércoles en la corte de Manhattan por White Beech SNC LLC, una firma de Delaware que recuperó las notas impagas de SNC-Lavalin, una firma que hizo trabajos para PDVSA. “PDVSA debe pagar al tenedor de bonos la suma de 25 millones de dólares más interés, costos y gastos incluidos los honorarios de abogados, en un monto a ser determinado”, afirma la demanda.
El intento de SNC-Lavalin de obligar a PDVSA a reembolsarle en los tribunales estadounidenses tiene lugar tras esfuerzos similares de otras empresas.
El 25 de abril, la petrolera estadounidense ConocoPhillips anunció un triunfo en un tribunal internacional contra PDVSA, que ahora deberá pagarle 2.000 millones de dólares por la expropiación en 2007 de sus activos en dos campos petroleros.
Pero parece improbable que el gobierno de Nicolás Maduro, con problemas de liquidez, pague a ConocoPhillips cuando ha incumplido el pago de bonos.
La minera canadiense Rusoro presentó esta semana demandas en tribunales de Calgary y Houston para cobrar a PDVSA 1.340 millones de dólares por la expropiación de sus minas de oro en Venezuela. La petrolera estadounidense Exxon Mobil también ha presentado demandas contra Venezuela por haber sido blanco de expropiaciones.
El petróleo genera 96% de las divisas de Venezuela, que posee las mayores reservas del oro negro del mundo y está sumida en una grave crisis socioeconómica con hiperinflación y escasez de bienes básicos.
La producción de crudo de Venezuela cayó en marzo a 1,5 millones de barriles diarios (mbd), su menor nivel en tres décadas y muy lejos de los 3,78 mbd producidos en 1970, según la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Expertos vinculan la caída de la producción al financiamiento, por parte de PDVSA, de un déficit fiscal estimado en 20% del Producto Interno Bruto.
Estados Unidos prohibió a sus ciudadanos negociar nueva deuda de Venezuela y PDVSA -declarados en default parcial por pagos atrasados de deuda- y amenazó con un embargo petrolero para obligar al gobierno de Maduro a “restaurar la democracia”