CCD Como cada 3 de mayo desde 1993, se celebra hoy el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Sin embargo, no hay mucho para celebrar. El libre ejercicio del periodismo está seriamente comprometido en muchos países, y la situación está lejos de mejorar en los últimos años.
“Cada vez más jefes de Estado electos democráticamente ven a la prensa como un adversario”, advirtió Reporteros Sin Fronteras (RSF) en su Ranking Mundial de la Libertad de Prensa 2018, presentado el mes pasado.
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Venezuela, en donde según la ONG el gobierno del presidente Nicolás Maduro “siguió distinguiéndose por sus excesos autoritarios”, registró la mayor caída del continente en materia de libertad de prensa, perdiendo seis lugares en la lista.
“Nicolás Maduro se empeña en hacer callar a la prensa independiente y sigue controlando la información”, dijo Colombié. “En 2017 RSF registró un número récord de detenciones arbitrarias, de actos de violencia contra periodistas, en las manifestaciones por ejemplo, a manos de las fuerzas del orden y de los servicios de inteligencia venezolanos”.
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Venezuela (143º) experimentó la mayor caída del continente y perdió 6 posiciones en la edición 2018 de la Clasificación. En 2017 el gobierno del presidente Nicolás Maduro siguió distinguiéndose por sus excesos autoritarios. La prensa independiente y la de oposición, al igual que los corresponsales de medios de comunicación extranjeros, son constantemente el blanco de la policía y de los servicios de inteligencia venezolanos. Los periodistas sufren cada vez más agresiones durante las manifestaciones, detenciones arbitrarias –durante las cuales pueden sufrir agresivos interrogatorios–, así como la destrucción de sus equipos; también es más frecuente que se expulse del país a reporteros extranjeros. En 2017 también aumentó la censura directa del Estado: la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) privó de frecuencia a numerosas radios y televisiones críticas. Por otra parte, la escasez de papel golpeó a la prensa escrita de oposición. Al impedir la labor de los periodistas, el gobierno trata de que no se conozca la magnitud de la grave crisis política y económica que sacude al país desde inicios de 2016.
Con información de Infobae Reporteros Sin Fronteras