CCD | “Nosotros no queremos ser ricos, ¡ser rico es malo! Es inhumano, así lo digo, y condeno a los ricos”, declamó el malogrado Hugo Chávez en un programa ‘Aló Presidente’ de junio de 2009.
El espíritu de los discursos revolucionarios y socialistas del presidente que gobernó Venezuela durante 14 años no caló del todo entre muchos de sus hombres de confianza. Entretanto, sus palabras eran motivo de mofa para intermediarios financieros internacionales, bancos suizos o bufetes de abogados que operan en paraísos fiscales. Esta historia va sobre uno de esos tiburones del mundo de las finanzas opacas, un francés que sí paga sus suntuosos gastos con una auténtica tarjeta ‘black’. Veamos.
Los contratos de obras en el sector energético y las comisiones logradas en el mercado cambiario bolívar-dólar hicieron multimillonarios a muchos de los altos funcionarios del chavismo. Se hicieron de oro de manera fulgurante participando en esquemas de soborno y de explotación de brechas del sistema, como mínimo alegales, para su provecho personal, según narran varias sentencias ya emitidas y los muchos procesos judiciales en marcha en países como Estados Unidos, España o la propia Venezuela.
La investigación denominada Venezuela Leaks desvela que una parte del patrimonio de muchos exdirigentes chavistas y empresarios enriquecidos bien relacionados con el Gobierno ha sido gestionado a través de sociedades en ‘offshore’ y entidades financieras de banca privada en varios países, principalmente en Suiza y de manera particular en Compagnie Bancaire Helvétique (CBH).
Los documentos internos del CBH que investigan El Confidencial y los medios venezolanos ‘Armando.info’, ‘El Pitazo’ y ‘Runrun.es’ muestran que esos dirigentes e inversores tuvieron a un asesor financiero favorito, Charles Henry du Bosq de Beaumont, nacido en Francia en 1976. Su localidad de origen, Saint-Julien-en-Genevois, está a menos de diez kilómetros de Ginebra.
Trabajó en plantilla del CBH entre el 27 de junio de 2011 y el 13 de marzo de 2013, de acuerdo con la ‘Gaceta Oficial de Comercio Suiza». En esa fecha consta que le revocaron los poderes como director de la sede del CBH de Ginebra. Los archivos bancarios exponen cómo captó a clientes venezolanos hacendados y gestionó decenas de millones de dólares de sus fortunas a través de CBH y una red de sociedades registradas en jurisdicciones opacas como Panamá.
De Beaumont es lo que en el argot financiero internacional se llama ‘external asset manager’ (EAM) o gestor externo de activos. En CBH, sus cometidos consistían en atraer clientes en mercados emergentes como Venezuela, Brasil y Oriente Medio para luego venderles los productos del banco de Ginebra. Así lo explica su currículo, que está entre los documentos de la filtración a la que tuvieron acceso los periodistas. Estos intermediarios en Suiza están registrados ante la Autoridad Federal Supervisora del Mercado Bancario Suizo (Finma).
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