Thierry Solère, diputado de La República en Marcha (LaREM) , partido del presidente francés Emmanuel Macron, fue detenido hoy en Nanterre, al oeste de París, dentro de un procedimiento judicial por fraude fiscal, tráfico de influencias y corrupción, entre otros cargos, según el diario «Le Monde».
Solère es investigado desde septiembre de 2016 por fraude pero ahora hay otras acusaciones como financiación ilegal de gastos electorales, apropiación indebida e incumplimiento de sus obligaciones fiscales ante la Alta Autoridad para la Transparencia de la Política (HATVP).
La Justicia trata de aclarar si el político, uno de los diputados más conocidos de esta legislatura, se aprovechó de su posición para favorecer a empresas para las que había trabajado y si la contratación de la esposa de uno de sus antiguos jefes como asistente parlamentaria puede considerarse un empleo ficticio.
Otro punto objeto de las pesquisas es la no declaración a la HATVP de un préstamo de más de un millón de euros que le concedió un amigo cercano, promotor inmobiliario, acusación que él niega.
La prensa gala se había hecho eco anteriormente de supuestas irregularidades, como no haber declarado una parte de sus impuestos entre 2010 y 2013, cuando era consejero regional de Los Republicanos, actividad que realizaba en paralelo a un empleo privado que le reportaba 12.000 euros mensuales, según «Mediapart».
A petición de la Fiscalía de Nanterre, la Asamblea Nacional le retiró la inmunidad el pasado 11 de julio, algo que el propio Solère solicitó al presidente de la cámara para poder declarar ante la policía judicial.
Su abogado dijo a «Le Monde» que los préstamos recibidos fueron declarados a la HATVP y, en su mayor parte, han sido o están siendo reembolsados.
Como miembro de Los Republicanos, Solère fue el encargado de organizar las elecciones primarias del partido, en las que apoyó a Bruno Le Maire (actual ministro de Economía), aunque cuando el conservador François Fillon se alzó como ganador se convirtió en uno de sus portavoces.
Tras el escándalo que desde enero de 2017 empañó la carrera al Elíseo de Fillon, Solère fue uno de los primeros en dimitir y pidió en vano al candidato que desistiera en favor de Alain Juppé.
Se acercó entonces al entonces pretendiente al Elíseo Emmanuel Macron, y aunque obtuvo su escaño todavía como miembro de Los Republicanos, respaldó la creación de un grupo propio simpatizante con las políticas de Macron lo que le valió la exclusión de su partido. En noviembre de 2017 acabó adhiriéndose a LaREM