CCD En una movida con implicaciones significativas para el mercado inmobiliario de Estados Unidos, el senador republicano de Florida Marco Rubio quiere que el Departamento del Tesoro tome medidas enérgicas contra el dinero ilícito en bienes raíces de lujo y expandirlas de unos pocos enclaves a todo el país.
Rubio dice que su propuesta es un intento de erradicar a los delincuentes que usan fondos ilícitos y compañías fantasmas anónimas para comprar casas, una forma de lavado de dinero que oculta el origen contaminado del dinero en efectivo de la vista de las autoridades y los bancos. La práctica generalizada permite el terrorismo, el tráfico sexual, la corrupción y el tráfico de drogas al proporcionar una salida para el “dinero sucio”, de acuerdo con los defensores de la transparencia.
A través de una enmienda a una importante ley de gastos, Rubio le pedirá al Tesoro que estudie si los reguladores del gobierno deberían obligar a las compañías ficticias que compran viviendas en efectivo de $300,000 o más a nivel nacional a revelar quiénes son sus dueños. Eso podría abarcar hasta el 10 por ciento de los negocios inmobiliarios de la nación.
Un requisito de informe similar que afecta las transacciones con un precio de $1 millón o más ya ha tenido un efecto desalentador en las ventas corporativas en efectivo en el condado de Miami-Dade, que ha estado bajo el microscopio del Tesoro desde el 2016.
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“Las compañías ficticias involucradas en actividades sombrías son un gran problema, especialmente en todo el sur de la Florida”, dijo Rubio en un comunicado a McClatchy y el Miami Herald. “Con esta disposición se llevaría a cabo un estudio para examinar la exigencia de que todas las compañías ficticias que realizan transacciones en efectivo, independientemente de su área, divulguen sus identidades”.
La enmienda se basa en una orden previa del Departamento del Tesoro que se aplica solo a ciertos mercados, incluido el sur de la Florida.
Esa orden, que obligó a las compañías ficticias que compran casas con dinero en efectivo a revelar sus verdaderos dueños al gobierno, ha estado vigente en algunas áreas desde marzo del 2016 a varios niveles de precios. Sus efectos fueron inmediatos y sorprendentes. Tan pronto como la orden se implementó, las compañías fantasmas que compraban casas con dinero en efectivo se perdieron del mapa, según un reciente estudio de economistas académicos. En Miami-Dade, el número de ventas corporativas en efectivo cayó en picado en un 95 por ciento, aunque un fuerte mercado general sugiere que compradores avezados han encontrado formas de eludir las reglas, dijeron los investigadores.
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