CCD | Reportaje especial de El Pitazo.-
Vestidos de civiles o con indumentarias de color negro y armas a la vista de todos, grupos irregulares infunden miedo a la población y actúan bajo su propio sistema de justicia en Venezuela. Testimonios de los habitantes de los estados Zulia, Táchira, Apure, Guárico, Bolívar y Amazonas señalan que colombianos y venezolanos se han dedicado a reclutar etnias indígenas, robar fincas, controlar las trochas y a enfrentarse para tomar el poder de los territorios fronterizos que presentan mayor actividad económica.
Javier Tarazona, presidente de Fundaredes, afirmó a El Pitazo que el gobierno de Nicolás Maduro ha encontrado en estos grupos irregulares sus mejores aliados: “Hoy todo lo controla la guerrilla. Se encargan de comprar armas, de comercializar de forma ilegal, desde pasar un carro hasta pasar una aguja. Son quienes se dedican a cobrar vacunas y a extorsionar”.
La presencia de subversivos colombianos en el país no es nueva. Sin embargo, la llegada del Ejército de Liberación Nacional se ha observado desde el año 2010, al menos en el estado Zulia, específicamente al sur del Lago de Maracaibo, afirmó un habitante de la entidad que pidió resguardar su identidad. Recordó que los grupos llegaron por la trocha Caño 14, ubicada en el municipio Catatumbo. Y ocho años después, han logrado establecer 16 campamentos distribuidos entre Catatumbo y el municipio Jesús María Semprúm.
A través de los ríos Oro, Tarra, Zulia, Socuavó y Catatumbo, los irregulares practican secuestros, extorsionan y trafican combustible, cocaína y marihuana, agregó.
La fuente precisó que, con el propósito de avanzar en el control territorial, el ELN se enfrentó a otro grupo guerrillero denominado Los Pelusos y a paramilitares venezolanos entre abril y agosto de este año. Así, fue como tomaron el espacio que dejaron las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, ahora convertidas en un partido político.
Indicó a El Pitazo que los grupos se identifican como miembros del ELN. Para demostrarlo utilizan brazaletes negros y rojos con las siglas de la organización. A cualquier hora del día colocan alcabalas y solicitan las cédulas de identidad a quienes se dirigen a Pampanito y comunidades de la zona baja del río Catatumbo, que nace en el departamento del Norte de Santander en Colombia y desemboca en el Lago de Maracaibo. Incluso, los subversivos interrogan a los campesinos y revisan los teléfonos celulares para cerciorarse de que no pertenezcan a filas enemigas.
De Caño 14 se han desplazado también a los sectores Madre Vieja, Kilómetro 21, Blanca Aurora, Caricaimán, Caño Motilón y Encontrados. Mientras que en Semprún, se han establecido en Valle Verde, Caño Negro, La Pica 2 y 3, Casigua, El Cubo, El Carmelo y Palmeras Casigua, donde los guerrilleros se distribuyen los cultivos de palma aceitera africana.
Paramilitares fueron desplazados
En el estado Táchira, el ELN también ha desplazado a paramilitares, específicamente a Rastrojos y Águilas Negras. “Durante el último año han logrado raspar toda la zona de Bolívar, Pedro María Ureña, Ayacucho, Coloncito, que eran zonas controladas por los grupos paramilitares. En 2018, el ELN acabó con las células pequeñas que había de Los Rastrojos y Águilas Negras. Por ejemplo, en el municipio Junín donde operaban completamente las Águilas Negras, ahora está el ELN. También están ubicados en los municipios San Cristóbal, Libertador y Rafael Urdaneta”, precisó Tarazona.
Alías Manuel, Luis Aquiles y Aguilera quedaron al mando de estas zonas.
Antes del proceso de paz en Colombia, que inició en 2012, existía un trabajo compartido, es decir, los paramilitares colombianos controlaban las trochas y se dedicaban a extorsionar a los comerciantes; mientras que la guerrilla secuestraba y cobraba vacunas, pero ahora también buscan controlar el contrabando y las actividades sobre el río Táchira.
Tarazona dijo que en las trochas han aparecido personas muertas y en fosas comunes del lado colombiano. En sus investigaciones, ha determinado que se trata de paramilitares asesinados por el ELN, en disputa por el territorio.
Hace ocho años llegó el ELN a Bolívar
Al estado Bolívar, el ELN llegó hace ocho años aproximadamente, destacó un experto a El Pitazo. Ocupó el territorio indígena de la etnia piaroa, en el río Parguaza, municipio Cedeño.
A finales del 2017, también tomó parte del municipio Sifontes para apoderarse de las minas de Hoja de Lata, Botanamo, La Camorra y El Tigre, de acuerdo con el testimonio de los pobladores. Luego de la extracción de los minerales son sacados del país con la anuencia de las autoridades militares.
La presencia del grupo guerrillero quedó al descubierto el pasado 14 de octubre, tras la denuncia de una masacre de siete mineros en el sector Los Candados, ubicado en la vía a El Bochinche, de Sifontes. Los pobladores señalaron que el ELN emboscó a un grupo de mineros como parte de la afrenta para tomar por la fuerza las minas Corre Gente y Palo Pinto, controladas por la banda delictiva que lidera Jhosué Zurita, alias El Coporo.
El diputado a la Asamblea Nacional, Américo De Grazia, ha señalado que el ELN le cuida las fronteras al gobierno venezolano. También apoya al hijo del presidente Maduro, Nicolás Maduro Guerra, quien maneja una mina en Parguaza.
El municipio Cedeño colinda con el estado Amazonas, donde también opera el ELN, específicamente en el municipio Atabapo en las minas La 40, Cacique y Yagua. Mientras que en el municipio Manapiare están en las minas Moyo y Mayita. El modus operandi, según relató un trabajador de las minas a El Pitazo, es poner a los indígenas a extraer el oro, pagarles y luego trasladar el mineral de forma ilegal a Colombia.
Exterminio de la delincuencia
A los pobladores de Puerto Ayacucho les ha llamado la atención la actuación de un grupo denominado Patae´Goma, quienes ejecutan a los que cometen actos delictivos en la región. Los habitantes aseguraron a El Pitazoque manejan dos hipótesis: que se trate de la Guardia Nacional o que sea un grupo guerrillero creado para “exterminar a los delincuentes”. Ese mismo grupo opera en el estado Guárico, específicamente en la población de Cabruta, en el municipio Las Mercedes del Llano, así lo corroboraron sus residentes. Allí manejan que se trata del ELN.
Ramón, quien es pescador en el Orinoco, explicó a El Pitazo que este grupo ha desarrollado una especie de profilaxis social ante el aumento de la delincuencia en los últimos meses como consecuencia del tráfico de efectivo y oro. Por las conversaciones que tienen de manera abierta con la población, autoridades militares y policiales, se ha determinado que hay un híbrido de colombianos y venezolanos.
“Aparecieron hace un año y desde entonces la delincuencia bajó. Cuando pasa algo fuera de ley, van y hablan con la persona. Si es reincidente en el error, aparece muerto y nadie dice nada. Eso es ley en Cabruta. Tanto es, que se reúnen con los militares y se dice que trazan estrategias. Siempre andan en grupos de 6 a 8 personas, vestidos de negro y pasa montañas”, apuntó Salcedo.
Este viernes 9 y sábado 10 de noviembre, aparecieron unos volantes en Cabruta, en los que una organización que dice ser representante del ELN advierte que intervendrán en las instituciones públicas, monitorearán a los funcionarios y continuarán su labor de vigilar a los delincuentes. “Hemos tomado la decisión para tratar de poner orden a la anarquía que ha perdurado en el tiempo”, reza un extracto.
Las muertes que ha dejado la guerrilla
En el estado Zulia la lucha armada ha dejado 12 muertes, de acuerdo con el testimonio de un productor agropecuario, que pidió resguardar su identidad por seguridad. Indicó a El Pitazo que los cadáveres de los insurgentes fueron levantados por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas.
Los civiles y militares también han sido víctimas. El pasado 8 de junio, la militante del Partido Socialista Unido de Venezuela y líder de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción de una comunidad zuliana, Neida Chourio de Concho, quedó atrapada en un enfrentamiento entre el ELN y paramilitares.
Un mes y 10 días después, murió el teniente del Ejército, Roberto Carlos Uplín, durante un enfrentamiento con el ELN cerca de la carretera Machiques Colón, donde capturaron tres guerrilleros, de los que no se conoce nombres ni procedimientos judiciales, reveló otra fuente. La FAN no se pronunció ante este hecho. Así como tampoco lo hizo por el caso de dos guardias nacionales que perdieron la vida luego de que el ELN colocara una mina anti personas en Caño 14. Uno de los funcionarios perdió la pierna y murió desangrado.
Luego de ese caso, los vecinos del sector Curva de Colón en el municipio Colón, confirmaron la presencia de cinco cadáveres en la morgue improvisada del cementerio José Gregorio Hernández, quienes lucían prendas militares.
En Apure, El Pitazo ha contabilizado seis muertes a manos de la guerrilla. El 25 de septiembre de este año, asesinaron en el Hato Tierra Grata a José Ramón Colonia de 47 años de edad, miembro de la comunidad indígena El Manguito, luego de haber robado reses y artículos electrodomésticos.
En este hecho también murieron Williams Alcides Valor Duran (36), Richard Rafael Mirabal García (38) y Franklyn José Zuñiga Fernández (22).
Cuatro días después, ocurrió otro asesinato relacionado con grupos irregulares. El jefe de investigaciones del CICPC de Guasdualito, Edward Meza, recibió 19 disparos mientras se encontraba en el hotel Alto Apure. Otro de los casos se registró el 20 de octubre, cuando etnias indígenas asesinaron a Eulogio Gómez y Carmen Salazar en el sector El Rosario.
El pasado 4 de noviembre en horas de la mañana, miembros de la Fuerza Armada Nacional detuvieron a nueve personas en el estado Amazonas, una de ellas líder del ELN, de nombre Luis Felipe Ortega Bernal, alias Garganta, según confirmó la cancillería de Colombia. Eso originó que horas después, este grupo irregular emboscara a funcionarios de la guardia nacional, causando la muerte a tres funcionarios y más de una decena de militares venezolanos heridos.
El ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, se pronunció ese día a las 10:00 pm a través de su cuenta en Twitter, diciendo que la FAN había sido fuertemente atacada por grupos violentos y reconociendo que se trataba de una represalia por la aprehensión previa.
Al día siguiente, hizo una aparición televisiva en compañía del comandante del Comando Estratégico Operacional de la FAN, Remigio Ceballos; del ministro de Interior y Justicia, Néstor Reverol y del ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza, en la cual mostró su rechazo hacia la presencia “de cualquier grupo armado, llámese como se llame”. “Váyanse por favor” fue el vago petitorio que hizo uno de los principales garantes de la soberanía de Venezuela a los grupos subversivos. Hasta ese momento, ni siquiera se atrevía a decir la sigla de la organización colombiana, solo hacía una mención genérica de grupos guerrilleros de ese país.
El 7 de noviembre, durante un acto de entrega de espadín a cadetes de las escuelas oficiales de la FAN, el ministro negó que el gobierno de Maduro esté protegiendo al ELN, y le pidió a los jefes no caer en falsos positivos porque van a defender el territorio venezolano. El Pitazo conoció que estas declaraciones se dieron luego de que el alto mando militar y las tropas le reclamaran a Padrino López su débil posición ante este hecho.
Para la directora de Control Ciudadano, Rocío San Miguel, lo ocurrido no es más que la ratificación del control que vienen ejerciendo estas personas armadas en Apure, Táchira, Amazonas y Bolívar.
“Un militar venezolano no sabe si disparar, si mira para otro lado o aceptar el paso abiertamente de la guerrilla. Allí no hay tiempo de pensar, son segundos para accionar, en todas las fronteras del mundo. En todos los puestos operativos de las Fuerzas Armadas se utilizan reglas de enfrentamiento que en el caso venezolano no existen”, dijo en una entrevista ofrecida al Correo del Caroní.
Por orden de Maduro, la FAN ha reforzado sus tropas en la frontera. Así lo ha asegurado Ceballos, quien dio una rueda de prensa este viernes 9 de noviembre en el estado Amazonas para referirse al ataque del domingo, pero impidió el acceso de la prensa independiente.
El alto mando militar y Maduro también rindieron honores este viernes a los tres guardias que murieron asesinados y reconoció la labor de quienes resultaron lesionados “en combate”. “Yo voy a hacer justicia y a reforzar los planes para la seguridad de nuestra frontera”, dijo el mandatario a los castrenses heridos. Según expresó, a partir de ahora habrá “tolerancia cero con los grupos que quieran traer la guerra de Colombia a territorio venezolano”.
Operación Centinela
El abogado Alejandro Inciarte informó a El Pitazo que el consulado de San Carlos del estado Zulia intervino en la liberación de 20 ciudadanos, entre venezolanos y colombianos, a quienes se les investigó por los delitos de ultraje al centinela y rebelión. Los colombianos fueron puestos a la orden del Saime como personas ilegales.
El Pitazo pudo conocer que el Ejército logró la captura de Luis Montilla, miembro del ELN. Parte de los que aún siguen siendo investigados están en la cárcel de Santa Ana del estado Táchira y en la carcel Fuerte Macoa, ubicada en Machiques.
Entre extorsiones y alta tecnología
En el estado Apure, que hace frontera con Colombia, el ELN está ubicado en las poblaciones de Guasdualito, El Nula, La Charca, La Victoria, La Gabarra, Los Pájaros, donde los productores deben dar dinero, medicinas o reses, pues de lo contrario son asesinados o despojados de sus bienes. Esa actuación también la tienen los indígenas, quienes reciben el entrenamiento y adoctrinamiento.
El ELN cuenta con vehículos diseñados con tanques de alta tecnología para almacenar hasta 5.000 litros de combustibles que son trasladados por trochas hasta Colombia, al igual que el contrabando de alimentos.
Además del grupo colombiano, se encuentran las Fuerzas Bolivarianas de Liberación, también denominados boliches.El Pitazo pudo confirmar que se trata de personas defensoras del gobierno de Maduro, que tienen funciones de inteligencia y contra inteligencia.
En La Guajira, opera la Cooperativa Noe. Se trata de un grupo conformado por ex reclusos venezolanos (de la extinta Cárcel Nacional de Maracaibo y de los retenes El Marite y Cabimas), desmovilizados colombianos de las Farc y del paramilitarismo, y por indígenas wayuu.
Un investigador experto en frontera, quien resguardó su identidad por temor a represalias, aseguró que el conflicto siempre ha existido en las zonas limítrofes, pero desde que se cerró el paso vehicular en la frontera colombo-venezolana en 2015 por mandato presidencial, el problema se ha agudizado.
“Los enfrentamientos armados son por pelearse la autoridad, por mantenerse en el poder en esa zona fronteriza. Esta realidad trastoca a la población wayuu y crea problemas en las familias que habitan en el eje fronterizo del municipio Guajira”, expuso el académico.
Los bienes del ELN
También se dedican a la comunicación. El ELN posee cinco emisoras operando en territorio venezolano, las cuales son escuchadas en seis estados y 36 municipios del país; a través de los diales: 96.7 FM de nombre Antorcha Estéreo; 95.5 FM llamada Frente Oriental; 90.1FM también llamada Antorcha Estéreo, la 94.7 FM y 105.5 FM, todas con un contenido de adoctrinamiento.
El 31 de mayo de este año hubo una operación militar de la Zodi Apure en la que se anunció el desmantelamiento de la emisora la 95.5 FM en la población de Cutufí; sin embargo, luego de esa actuación militar, Fundaredes realizó un monitoreo y descubrió la radioemisora sigue al aire.
Adoctrinamiento y desapariciones
Para tener mayor control de las actividades económicas y dominar a los habitantes, la guerrilla se dedica a reclutar a jóvenes de Táchira. Cobran a los padres los implementos del trabajo de campo, como botas de caucho y no vuelven a saber más de ellos. Entre los desaparecidos, se encuentran personas menores de 30 años de edad, provenientes del centro del país que buscan trabajar del otro lado de la frontera, confirmó una fuente independiente a El Pitazo.
Kelvin José Useche, de 24 años de edad, desapareció hace 28 meses cuando fue a hacer una carrera en su taxi para el terminal de pasajeros de San Cristóbal. Sus familiares formalizaron la denuncia ante el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas –Cicpc– sin obtener respuesta, aunque tuvieron contacto en dos oportunidades con los secuestradores.
Su mamá, Noris Pérez, indicó que en las dos llamadas los captores le solicitaron botas de caucho, las cuales debían dejarlas en un sitio específico en la vía que conduce a Rubio, municipio Junín de la frontera tachirense. No le dieron fe de vida, alegando que en la zona donde lo tenían no contaban con cobertura. Después de entregar lo acordado, no volvieron a tener comunicación.
Indicó que el joven tiene una niña de tres años de edad, y en aquel momento trabajaba con su padre vendiendo comida frente al Hospital Central de San Cristóbal. “Cicpc, Conas y Fiscalía también llevan el caso, ya ha pasado mucho tiempo, llevan otros casos y el de mi hijo se va quedando en el olvido. Yo estaré pendiente, la idea es dar con mi hijo, tiene una niña y su esposa, cuando desapareció la bebé tenía nueve meses”, expresó.
El diputado a la Asamblea Nacional por la frontera del Táchira, Franklyn Duarte, quien ha sido el encargado de investigar estos casos y presentarlos ante la Comisión de Seguridad y Defensa de la Asamblea Nacional, manifestó que en la entidad durante los últimos años no ocurren secuestros, sino “reclutamientos”, y está seguro que es el
caso de Kelvin José Useche.
Fuente: El Pitazo