El Departamento del Tesoro agregó a sus listas negras al libanés Kassem Chams, a la “organización de lavado de dinero” de este último, y a Chams Exchange, una compañía de servicios financieros con sede en Chtaura, en Libano.
Esta “red internacional” está acusada de lavar dinero de la droga en todo el mundo, “decenas de millones de dólares cada mes” y de “facilitar el movimiento de dinero en beneficio de Hezbolá“, según un comunicado del Tesoro. También tiene actividades en Australia, Brasil, Colombia, España, Estados Unidos, Francia, Italia, Holanda y Venezuela.
Estas sanciones son parte de la “campaña sin precedentes del gobierno para evitar que Hezbolá y sus afiliados terroristas globales se beneficien de la violencia, la corrupción y el tráfico de drogas“, dijo el subsecretario del Tesoro, Sigal Mandelker.
Asimismo, destacó que Chams Exchange está autorizado por el Banco Central de Líbano “a pesar de las antiguas sospechas expresadas por las autoridades estadounidenses”. El Tesoro está “decidido a trabajar con el Banco del Líbano para bloquear el acceso al sistema financiero libanés a los traficantes de drogas, los lavadores de dinero y los grupos terroristas como Hezbolá”.
El gobierno de Donald Trump acusa al Irán chiíta de desestabilizar el Medio Oriente y lo convirtió en su principal motivo de preocupación, por lo cual incrementó las sanciones para reducir sus ingresos, así como los de sus aliados regionales como el Hezbolá libanés.