De acuerdo al primer vicepresidente de Fedeagro, Celso Fantinel, las bandas criminales cobran entre 3 a 5 mil dólares a los agricultores en los estados centrales de Venezuela, a cambio de no arremeter contra sus fincas o sus familiares.
Fantinel enfatizó que a pesar de que en estas zonas no existe la presencia de grupos criminales organizados como el Tren de Aragua, los productores de las entidades llaneras son constantemente víctimas del robo de sus cultivos, hurto de infraestructuras eléctricas, bombas de agua, mangueras y repuestos. “Con el robo de transformadores se afecta la irrigación de cultivos como el arroz, la caña de azúcar y algunas hortalizas”.
El directivo prevé que el año finalizará con apenas un 50% de lo producido en 2018, por lo que la situación del sector agricultor en el país está al borde de un “colapso total”, la cual se ha venido advirtiendo al gobierno, y cuyos insumos prefieren entregarlos a empresas de “enchufados”. “Para la fecha llevamos sembradas 30 mil hectáreas de arroz, cuando hace diez años llegamos a las 250 mil”, señaló Fantinel.
Igualmente, ratificó que gran parte de las fincas expropiadas por el régimen chavista se encuentran improductivas, y con respecto a las instituciones encargadas de distribuir los insumos agrícolas aseguró que: “los distribuyen a las personas equivocadas, se le ha hecho un gran daño al sector agrícola al monopolizar los insumos y semillas. Agropatria no es ni la sombra de lo que era Agroisleña”.
Reactivación de la producción
Hace dos meses, en una entrevista para Unión Radio, Fantinel indicó que para la reactivación de la producción agropecuaria «hace falta sembrar dos millones y medio de hectáreas, además de alrededor de 1500 millones de dólares, que estaría incluida también la ganadería”.
