El 21 de julio, tres días después de llegar a España, el exdirectivo de PDVSA Juan Carlos Márquez Cabrera, fue hallado muerto en una oficina. Márquez se encontraba bajo auditoría por el caso de corrupción de la petrolera, junto a los Morodo y Carlos Prada, quien negó los cargos y se mostró cooperador durante el testimonio.
La muerte del abogado ha generado polémica y despierta algo de misterio, debido a que sería un testigo importante para aclarar el caso de lavado de dinero a partir del cobro de 4.5 millones de dólares por parte de las empresas Furnival Barristers y Aequitas Abogados y Consultores (2012-2015), vinculadas a Alejo Morodo.
Su socio Carlos Prada, fue quien le encontró muerto en la oficina de su empresa Consultora Alcander, ubicada en San Sebastián de los Reyes-Madrid. Al abrir, encontraron el cuerpo de Juan Carlos colgado del quicio de la puerta, según señala el diario español El Mundo.
Prada fue detenido el 20 de mayo junto a su esposa, Alejo Morodo y la esposa de Márquez, el exdirectivo no fue arrestado por encontrarse fuera del país.
Todo señala a un posible suicidio, el fallecido además dejaría una carta escrita con indicios de ello. Sin embargo, aún faltan los resultados del análisis toxicológico para emitir la causa de muerte definitiva.
Otro dato que fuentes de la investigación confirmaron es que, tras la declaración, Juan Carlos no pudo regresar a su domicilio conyugal porque su esposa se lo prohibió. También aseguraron que no estaba en los planes de este venezolano fugarse de España y regresar de nuevo a Estados Unidos.