La aplicación FaceApp, ha sido tendencia en las redes sociales estos últimos días por el uso de su filtro «Edad», que permite al usuario visualizarse en la vejez a partir de una foto del rostro. La app fue lanzada hace dos años por la empresa Wireless Lab con sede en Rusia, y ha generado polémica por su política de privacidad de los usuarios.
El escándalo de Cambridge Analytica que ocasionaría a Facebook la pérdida de 37 millones de dólares en menos de 1 día, y los seguimientos a través del reconocimiento facial en UK o China, son ejemplos parecidos al tema de la privacidad de esta App.
Este martes la aplicación se encontraba en el número 1 de la lista de Apps del momento por encima de Instagram. Incluso famosos como Luis Fonsi, Nacho y los futbolistas Messi y Cristiano Ronaldo, colgaron en sus RRSS la foto de su «yo» con 70 u 80 años.
Recopilación de datos
Entre los permisos que debe conceder el usuario a FaceApp para su uso se encuentran: el acceso a «contenido del usuario (fotos,etc.) que publica a través del servicio», «las páginas web que visita», ubicación y «metadatos» (interacción del usuario con la herramienta).
El término que llama la atención de los analistas es la advertencia: «tenga en cuenta que podemos transferir información, incluidos datos personales, a un país y jurisdicción que no tenga las mismas leyes de protección de datos que en su jurisdicción».
Igualmente, los especialistas aseguran que las aplicaciones de ese tipo pueden ser utilizadas para «entrenar» a sus herramientas de reconocimiento facial, con fines comerciales o de vigilancia privada o gubernamental.
Así como China, Rusia ha aplicado controles propios al internet que pueden ir en una vía diferente al concepto de la «red sin fronteras» que predomina en el resto del mundo.
Controversias pasadas
La aplicación móvil se habría visto afectada hace dos años por unos filtros que destacaban estereotipos físicos raciales, que fueron retirados por las críticas que se sucitaron a partir de su lanzamiento. El presidente de la empresa, Yaroslav Goncharov, se disculpó por ese hecho.
La organización británica en defensa de la privacidad, Big Brother Watch, señaló que «monitorear a personas inocentes en público es una violación de los derechos fundamentales a la privacidad, a la libertad de expresión y al derecho de reunión», y añadió: «estamos luchando contra esto para todos aquellos que no quieran convertirse en tarjetas de identidad andantes en una nación vigilada».