La Justicia congeló los bienes de los siete iraníes acusados por el atentado en la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina en Buenos Aires (AMIA) el 18 de julio de 1994, sobre quienes recaen alertas rojas de la Interpol y órdenes de captura internacional de Argentina.
Los terroristas iraníes fueron incluidos al Repet (Registro Público de Personas y Entidades vinculadas a actos de Terrorismo y su Financiamiento) por el magistrado, la UFI-AMIA y la UIF. La mayoría de ellos cumplieron funciones en Irán y ya estaban bajo la alerta roja de la Interpol por sus antecedentes en otros casos.
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En la lista se encuentran: Moshen Rabbiani (agregado cultural de Irán en Buenos Aires entre el 3 de marzo de 1994 y el 19 de mayo de 1998), Alí Fallahijan (exministro de Inteligencia y Seguridad), Mohsen Rezai (exjefe de la Guardia Revolucionaria), Ahmad Vahidi (exjefe de la fuerza Quds en el momento del ataque a la AMIA y luego ministro de Defensa), Ahmad Reza Asghari (tercer enviado a Buenos Aires) y Alí Akbar Velayati (ministro de Relaciones Exteriores entre 1981 y 1997).
Mauricio Macri firmó el decreto que permitiría el uso del Repet para congelar los bienes de las personas “vinculadas a actos de terrorismo y/o su financiamiento”, según el artículo 24 de esa orden.
El único iraní detenido en los últimos 25 años por este caso, es Hadi Soleimanpour, quien era embajador de Irán en Buenos Aires en el momento del ataque. En 2003, las autoridades de Gran Bretaña lo detuvieron en Durham, pero luego lo liberaron bajo fianza porque las pruebas enviadas por el magistrado no eran suficientes para acusarlo.
Caso AMIA: El triángulo Venezuela-Irán-Argentina
Un reportaje de Veja de marzo de 2015 señala que el clérigo iraní Mohsen Rabbani, acusado por el fallecido fiscal Nisman, como ejecutor del atentado a la AMIA, habría utilizado un pasaporte venezolano para visitar secretamente Brasil por lo menos tres veces. Según las fuentes citadas por la revista brasileña – ex funcionarios chavistas – el gobierno de Caracas habría dado refugio al menos a 35 miembros del grupo Hezbolá.
Políticos y medios de comunicación argentinos denunciaron al embajador de Venezuela, el médico Roger Capella, por inmiscuirse en actividades internas para exculpar a los ciudadanos iraníes señalados como responsables del acto terrorista. Capella, en base a la inmunidad diplomática que le otorgaba su cargo y su pasaporte, se habría movido con libertad por Argentina haciendo proselitismo político a favor de la causa iraní en el caso AMIA.