La Policía Fiscal y Aduanera (POLFA) y la Fiscalía de Colombia, anunciaron la desarticulación de una de las redes más grandes de contrabando de reses desde Venezuela.
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En ese operativo fueron capturados 12 miembros de la banda, de los cuales tres serían de una conocida familia de ganaderos de Arauca (los Quenza), que poseen cerca de 500 hectáreas de terreno en la zona limítrofe.
Esta familia es señalada de «generar decenas de cupos ficticios para movilizar ganado criollo», que en realidad era trasladado por trochas y embarcaciones de madera (planchones) desde Venezuela.
Las reses fueron comercializadas en una ciudad de Colombia (Villavicencio), sin ningún tipo de vacunas ni control sanitario, poniendo en riesgo a la población de un nuevo brote de fiebre aftosa.
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Los ganaderos acusados fueron identificados como María Luisa Quenza Jiménez y sus primos Aura Lucía González Quenza y Camilo Humberto Martínez Quenza. «Estas personas habrían usado el río Arauca, vías terciarias y trochas para cruzar la frontera con el ganado hasta lograr asentamiento en sus predios y, posteriormente, distribución a otros ganaderos de la región”, informó el director de la POLFA, Juan Carlos Buitrago.
Los Quenza, junto con el también ganadero Alejandro Martínez González, realizarían al menos 17 movilizaciones ficticias de reses por el río Arauca, con las que la red pudo ingresar 417 bovinos de contrabando apróximadamente, por un estimado de 134 mil dólares, cuyo precio triplicaban en Colombia.
Funcionarios implicados
«Además de los Quenza, fueron judicializados dos funcionarios activos del ICA, cinco exfuncionarios y un llamado vacunador», indicó Buitrago, ya que para legalizar el ingreso del ganado, estos funcionarios modificaron y falsificaron información.
Los capturados serán presentados ante un juez, y las autoridades solicitarán que se les enjuicie por los delitos: favorecimiento y facilitación del contrabando, falsedad material en documento público y concierto para delinquir.
De acuerdo a cifras oficiales de la Polfa, desde el año 2018 se han decomisado 133.453 kilos de carne, en cerca de 334 mil dólares.