La orden ejecutiva de Donald Trump contra el régimen de Maduro, pone en la mira a las petroleras chinas y rusas (Rosneft y Petrochina) que aún negocian con el petróleo de Venezuela. El decreto también supone un riesgo para los “enchufados» o “boliburgueses”.
De acuerdo al presidente de Caracas Capital Markets, “lo que están buscando, es poder ir contra China, Turquía o Cuba, o cualquier otra nación que ayude a Venezuela a hacer operaciones comerciales. Si estás comprando su petróleo, pasas ahora a estar en la lista de los más buscados”.
“Toda persona vinculada a Maduro ahora pasa a ser radioactiva. Y cualquier cosa que ellos toquen pasa a ser radioactivo… Incluso aquellas personas que no realizan negocios directamente con el régimen, pero sí con quienes lo hacen”, añadió el dueño de la firma.
El decreto extiende la sanción fuera de EEUU, es decir, toda empresa extranjera que haga negocios con el régimen, como Rosneft o Petrochina, y tenga una cuenta bancaria en el país, esos activos pueden ser confiscados. Además, la prohibición incluye realizar operaciones con cualquier organismo estatal como el BCV, PDVSA, o alguna filial de ellas.
La medida también prohíbe que personas vinculadas con el régimen puedan ingresar a EEUU.
Según el analista político Moya-Ocampos: “cualquier empresa transnacional que no esté explícitamente exonerada por el Departamento del Tesoro y cuente con una licencia para operar en Venezuela se le va a hacer imposible realizar cualquier tipo de operación con el Estado…Con esto, cualquier empresa que provea cualquier tipo de servicio, apoyo logístico, tecnológico, material, financiero al gobierno, en cualquier rubro, está sujeto a sanciones”.