La autopsia del ex directivo de PDVSA, Juan Carlos Márquez Cabrera, hallado muerto el 21 de julio en una oficina ubicada en Madrid, reveló que su muerte se trató de un suicidio. Las investigaciones señalan que Márquez habría decidido quitarse la vida debido a la «presión emocional» tras verse implicado en la trama de lavado de dinero que involucra Raúl Morodo.
Cobra fuerza el suicidio como causa de la muerte de exdirectivo de PDVSA
Las dudas respecto a su muerte se disipan, quien apareció ahorcado dos días después de declarar ante la Audiencia Nacional y ofrecer colaborar con la justicia. Otro dato que fuentes de la investigación confirmaron es que, tras la declaración, Juan Carlos no pudo regresar a su domicilio conyugal porque su esposa se lo prohibió.
Las autoridades investigaron las llamadas telefónicas de Márquez y a los presuntos sospechosos de lo que creían era un homicidio, sin embargo, las pesquisas y el hallazgo de fármacos junto al cadáver con la nota que habría dejado el ex directivo antes del hecho, descartaron la implicación de terceras personas.
Márquez Cabrera era secretario general de Entes Corporativos de PDVSA, y era una de las personas de más confianza de Rafael Ramírez. Con su firma y el respaldo de Ramírez, la petrolera movió durante el chavismo decenas de millones de dólares: Entre ellos, los 4.5 millones de euros pagados a Alejo Morodo a cambio de ficticias asesorías en Europa.
Ramírez pagó millones a los Morodo para crear falsa filial de Pdvsa en Madrid
El caso de esos pagos fraudulentos es el que investiga la Justicia de España, la cual afirma que Alejo Morodo, bajo la sombra de su padre, Raúl Morodo, cobró ese monto por los supuestos asesoramientos, cuyos contratos fueron firmados por Márquez en representación de PDVSA, y las firmas jurídicas Aequitas Abogados Consultores Asociados S. L. y Furnival Barristers Corp (ambas de Alejo Morodo).