La Audiencia Nacional de España inició este jueves el proceso mediante el cual decidirá si extradita o no a EEUU al exjefe de Contrainteligencia de Venezuela, Hugo «El Pollo» Carvajal.
El militar enfrenta graves acusaciones de Estados Unidos que le acusa de introducir cocaína de las FARC al país y de pertenecer al denominado Cartel de los Soles, una supuesta red de narcotraficantes integrada por altos miembros del Ejército de Venezuela, cuyos jefes, según la administración de Trump, serían Diosdado Cabello, presidente de la ilegal Asamblea Constituyente y el ministro de Industria, Tareck El Aissami.
Detenido Hugo Carvajal en Madrid por acusación de EEUU por tráfico de drogas (DOCUMENTO)
Carvajal niega todas las acusaciones, asevera haber luchado contra los traficantes de drogas, desestima las supuestas pruebas que EEUU tendría contra él y se opone a su extradición tanto a EEUU como a Venezuela.
Este jueves el acusado se presentó ante los jueces con aparente tranquilidad, una vez confirmado el hecho de que lo que se tramita es la posible extradición pedida por Washington y no por el régimen de Maduro.
«A Maduro lo conozco lo suficiente y sé de lo que es capaz», ha afirmado acto seguido sobre el presidente venezolano, con quien también fue jefe de la contrainteligencia durante un tiempo, aunque Carvajal declaró su apoyo al líder opositor Juan Guaidó cuando salió de Venezuela.
Sin embargo, tampoco quiere ser entregado a las autoridades estadounidenses:»Yo en la justicia de Estados Unidos no confío, el solo hecho que me hayan hecho lo que hicieron es suficiente motivo. No voy a tener derecho a la defensa de ningún tipo y a promover pruebas tampoco», ha dicho ante el tribunal.
Y ha explicado que todos los que pueden testificar en un proceso contra él «están o sancionados o con la visa retirada en Venezuela, otros presos en México y otros muertos, como es el caso del presidente Chávez, que era quien me daba las ordenes directas a mí».
«Chávez me daba las órdenes directamente a mi»
«La responsabilidad que yo tuve con ese grupo, de buscarlos en la frontera y llevarlos a Caracas y a Cuba, y viceversa, era una cuestión de seguridad netamente mía», pero en los vehículos, ha apostillado, no había droga como sostiene EE.UU., sino jefes de las FARC.
«Es absurdo que se ande diciendo que yo andaba con grupos armados en Venezuela protegiendo a las FARC. Claro que los andaba protegiendo, porque era mi responsabilidad que no les pasara nada», por lo que ha tildado las acusaciones de la justicia americana como «meras especulaciones que no tienen ningún tipo de asidero».
Su abogada, María Dolores de Argüelles, ha alegado persecución política para negarse a la entrega e intenciones subrepticias de la justicia norteamericana. «Es público y notorio que las relaciones entre EE.UU. y Venezuela no son buenas desde que Chávez entró en el poder».
Para la letrada, «el único fin que tiene EE.UU. para perseguir al señor Carvajal es que tiene conocimientos suficientes para dar datos internos de lo que pasa en el gobierno de Venezuela».
Ha indicado que si es extraditado no puede defenderse correctamente porque el material sobre las FARC está clasificado en Venezuela y los testigos «están muertos, presos o no tienen posibilidad de salir de Venezuela para dar cualquier tipo de justificación».
«Es una artimaña bastante inteligente: te dejo sin ningún arma de defensa y vienes a lo que yo quiero, a que me des información», ha resumido la abogada.
El fiscal Luis Ibáñez se ha posicionado a favor de la extradición y ha recordado que no le reclama Venezuela, sino EE.UU., por lo que ha rechazado la alegación de persecución política.
En la demanda de ese país, ha dicho, «se concretan con suficiente precisión los hechos, las actividades delictivas por las cuales se le reclama» y se cumplen los requisitos para que sea extraditado.