Las sanciones, especialmente las aplicadas por EEUU, han terminado por generar impactos colaterales que recrudecen los efectos de la crisis sobre el venezolano de a pie. Las muestras más recientes de ello, son las decisiones de Adobe y Transferwise de cesar las relaciones con los clientes de Venezuela tras la última orden ejecutiva de Trump. Así lo reseña AlNavío.
Adobe y Transferwise suspenden servicios en Venezuela por sanciones de EEUU
Aunque en la orden se contemplan excepciones, como las que incluyen operaciones con el gobierno de Venezuela para proveer servicios, software, hardware y tecnología que permita preservar las comunicaciones por internet, entre otras, la amplitud de la restricción es tal que las empresas prefieren protegerse y ampliar la aplicación.
La temporada de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (2019) también se verá afectada, luego de que las Grandes Ligas de Béisbol (MLB) deicidieran que sus peloteros venezolanos afiliados no jugarían en Venezuela por temor a posibles represalias como parte de las sanciones de EEUU.
MLB prohíbe a sus peloteros jugar esta temporada en Venezuela
El temor es ¿cuáles otras empresas se sumarán a estas interpretaciones y qué otras nuevas restricciones afectarán la cotidianidad de los venezolanos?
Firmas como Ecoanalítica calculan que cerca de 30% de los hogares venezolanos recibe remesas del exterior. A la par de las remesas, hay un segmento de la sociedad que presta servicios profesionales desde Venezuela a empresas en el exterior, por lo que reciben pagos en divisas.
Estas operaciones se realizan a través de diversas plataformas como Transferwise y PayPal, por lo que su restricción operativa significa un bloqueo a los ingresos de los usuarios venezolanos. Aunque PayPal no ha anunciado formalmente un cese de servicio para los venezolanos no es descartable que esto pueda ocurrir.
Por otra parte, en marzo de 2020 vence la licencia dada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos a empresas como MasterCard, Visa, American Express y Western Union para operar con entidades financieras públicas venezolanas como Banco de Venezuela, Banco Bicentenario y Banco Central de Venezuela. Este hecho ha generado mucho ruido a lo largo de este año, porque no se tiene plena claridad del alcance global en el sistema que en su momento tendrá esa suspensión.
Según cálculos de Software Alliance BSA, cerca del 88% del software utilizado en Venezuela era pirata para 2017, tendencia que puede haberse profundizado a causa de la crisis económica y ahora ascenderá con las restricciones al régimen.