Fuerzas de seguridad de México dejaron en libertad al hijo de «El Chapo», Ovidio Guzmán, para «proteger vidas». Tras su detención, un autobús incendiado por pistoleros de un cártel, entre otras acciones, generaron el caos en el estado de Sinaloa, México. Así lo informó Reuters.
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De acuerdo a las informaciones, una patrulla militarizada fue atacada por primera vez desde dentro de la casa donde encontraron a cuatro hombres, incluido Ovidio Guzmán, acusado de narcotráfico en EEUU.
Sin embargo, la patrulla fue dominada por pistoleros y se tomó la decisión de retirarse para evitar muertes de civiles y efectivos de seguridad y restaurar la calma en la capital del estado Sinaloa, donde en medio de un caos se hacían bloqueos de carreteras y disparos de armas automáticas.
«Tomaron la decisión de retirarse de la casa sin Guzmán para tratar de evitar más violencia en la zona y preservar la vida de nuestro personal y recuperar la calma en la ciudad».
El gobernador de Sinaloa informó que en medio de los hechos violentos se registraron varias muertes, sin ofrecer cifras, y que el día de hoy se suspenderían las clases. La secretaría de Salud local dijo que al menos nueve personas, entre ellos cuatro militares y dos policías resultaron heridos.
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Además, el secretario de Seguridad Pública de Sinaloa adviritó la fuga de reos en la prisión de Culiacán tras los tiroteos registrados en la ciudad.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó en febrero que Ovidio Guzmán, y otros integrantes del cártel de Sinaloa, por los cargos de conspiración para distribuir cocaína, metanfetaminas y mariguana para su importación a ese país.
Sinaloa, cuna de capos de la droga en México como Guzmán, se han convertido en los últimos años en una de las zonas más violentas del país, donde grupos criminales se pelean las rutas para el tráfico de drogas.
