El exjefe de Danske Bank en Estonia, Aivar Rehe, fue hallado muerto este miércoles. Las autoridades estaban buscando al exdirectivo desde el lunes cuando se se denunció su desaparición.
Rehe estuvo bajo interrogatorios como presunto testigo del lavado masivo de dinero durante su gestión en el banco (2007-2017), cuyas operaciones dudosas se estiman en más de 200 mil millones de euros.
De acuerdo a fuentes policiales, hasta el momento no se han abierto investigaciones acerca de las circunstancias de su muerte, mientras que en medios bálticos se apunta a la posibilidad de un suicidio. Aparentemente, se encontraba bajo una fuerte presión psicológica desde que salieron a relucir las irregularidades de la filial de Danske Bank hace 1 año.
A raíz del escándalo, el banco danés suspendió sus operaciones en Estonia en febrero de este año, y según las informaciones, las investigaciones prosiguen en otros países como Francia, UK y EEUU, además de Dinamarca.
En diciembre, la Fiscalía General de Estonia extendió sus investigaciones sobre diez empleados del Danske. Rehe renunció a su cargo en septiembre de 2015 y no se incluyó en el grupo de sospechosos directos, aunque se consideraba que podía tener conocimiento de esas operaciones.
Tras estallar el escándalo y renunciar al cargo, el expresidente de la filial báltica del Danske trató de mantenerse alejado de la atención pública.