Un total de 39 cadáveres (entre ellos un adolescente), fueron hallados en un camión frigorífico en un polígono industrial al este de Londres. La Policía británica recibió un aviso de madrugada sobre la presencia de los cuerpos, y los agentes detuvieron al conductor del vehículo, un hombre de 25 años de Irlanda del Norte, como sospechoso de asesinato. Así lo informó el diario 20 Minutos.
Según las primeras pesquisas, el camión tenía matrícula búlgara (aunque el país balcánico apuntó que desde 2017 no había pisado su territorio), y podría haber entrado en Reino Unido desde Bélgica el 19 de octubre.
Una de las principales hipótesis es que se trate de un suceso relacionado con el tráfico de personas o incluso de trata.
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La «máxima prioridad» de la Policía es identificar a los fallecidos, cuyos cuerpos se encontraban hacinados en el camión, y que según revelaron hoy los medios, eran de nacionalidad china.
Las autoridades señalaron que las condiciones en las que se encontraron esas víctimas fueron «absolutamente horrendas». En cuanto a las unidades frigoríficas, indicaron que «son oscuras e increíblemente frías y las temperaturas llegan a alcanzar allí los 25 grados bajo cero si transportan productos congelados», lo que provoca que los humanos «pierdan la vida bastante rápido».
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El suceso ha conmocionado a la sociedad británica, últimamente absorta en el rompecabezas del brexit, y su primer ministro, Boris Johnson, se mostró «horrorizado». Su homólogo irlandés, Leo Varadkar, tildó las muertes de «tragedia humana» y aseguró que se investigará si el camión pasó por Irlanda.
