De acuerdo a un reportaje de la periodista Dolia Estévez, millones de mexicanos odian al empresario Germán Larrea. Motivos: «No sabemos a ciencia cierta cuántas muertes, enfermedades, pérdidas económicas y daños al medio ambiente ha causado su voraz avaricia. Cuántas vidas de hombres, mujeres, niños y ancianos ha destruido explotando salvajemente las riquezas naturales del país. No hay datos duros. Ni el gobierno ni las ONG lo han cuantificado».
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Germán Larrea es el segundo hombre más rico de México, sólo detrás de Carlos Slim Helú. Ocupa el lugar 98 en la lista mundial de multimillonarios de Forbes. La revista calcula su fortuna en 14 mil millones de dólares. Larrea se volvió multimillonario con la complicidad y complacencia de gobiernos del PRI y PAN.
Grupo México, del que es socio mayoritario, es dueño de la minera más grande de México y de las reservas de cobre más cuantiosas del mundo. También es dueño de ferrocarriles, constructoras y cadenas de cines. Tiene presencia en Perú, Estados Unidos, Argentina, Chile, Ecuador y España.
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En cualquier otro país, donde las leyes se cumplen y nadie está por encima de ellas, por más rico que sea, Larrea ya hubiera sida acusado de ecocidio. Cuestión de ver tres de sus crímenes más emblemáticos:
– En 2000, Grupo México prestó oídos sordos a reportes sobre serias fallas de seguridad en la mina Pasta de Conchos, en Coahuila. Seis años después, se registró una mortal explosión por acumulación de gas que dejó atrapados a 65 mineros. Sólo dos cuerpos fueron recuperados.
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– En 2014, le tocó a Sonora. Buenavista del Cobre, en Cananea, subsidiaria de Grupo México, derramó 40,000 metros cúbicos de sulfato de cobre en los ríos Sonora y Bacanuchi. Sus diáfanas aguas azules se pintaron de rojizo metálico. El desastre ambiental afectó la salud de 24 mil personas e indirectamente la vida de 250 mil pobladores de siete municipios que vieron destruidas sus cosechas y fuentes de trabajo. La catástrofe es considerada la peor en la historia de la minería. Se teme que el daño a la fauna y la flora sea irreparable.
– Su último crimen se dio este año también en Sonora. Metalúrgica de Cobre de México, propiedad de Grupo México, derramó 3 mil litros de ácido sulfúrico en el puerto de Guaymas, en el Mar de Cortés en el Golfo de California. En Twitter, aparecieron imágenes de peces muertos atribuido al derrame. En el área del accidente habitan pelícanos, lobos marinos, delfines y una amplia variedad de peces.
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Larrea es un multimillonario enigmático. Cuando hay desastres, como el de Guaymas, no da la cara. Desprecia los reflectores. Pocas personas fuera de su familia y de la élite empresarial conocían su aspecto físico.
En México, sus crímenes no tienen consecuencias. Actúa bajo el manto de la impunidad. El gobierno de Peña Nieto se negó a multarlo o tomar acciones legales tras el desastre en Sonora. No hay indicios de que habrá cambio con el actual gobierno de López Obrador.
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Germán Larrea hace en México lo que quiere porque puede. Tiene cheque en blanco. Es dueño del subsuelo y opera con derecho de suelo. Es intocable. Está por encima de las leyes y de los gobiernos. Sean del partido que sean.