Durante años, las organizaciones sin fines de lucro en Rusia han competido con una ley que los califica como «agentes extranjeros» si toman dinero del extranjero, presentando multas y obstáculos burocráticos que a veces empujaron a esos grupos a cerrar. Así lo reseña un reportaje del NY Times.
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Ahora, las personas que publican cualquier cosa en línea y cobran de fuentes extranjeras se enfrentarán a los mismos obstáculos legales.
El presidente Vladimir V. Putin de Rusia firmó varias enmiendas legales que requerirán que las personas se registren como agentes extranjeros si publican «informes y materiales impresos, sonoros, audiovisuales u otros» y reciben dinero de gobiernos extranjeros, organizaciones extranjeras, o incluso simplemente de ciudadanos extranjeros.
Los legisladores rusos aprobaron las enmiendas al código legal de Rusia en las últimas semanas a pesar de la oposición de activistas, figuras públicas y críticos internacionales, quienes argumentaron que las nuevas restricciones sofocarán aún más la libertad de expresión. Los rusos generalmente no enfrentan una censura directa en línea, pero cada vez temen más las consecuencias legales por publicar mensajes antigubernamentales.
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La ley representaría «una interferencia desproporcionada en la libertad de expresión y la libertad de los medios«, dijo en un comunicado el representante de libertad de los medios de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa. «Puede tener un efecto considerable en los periodistas, así como en los blogueros, expertos u otras personas que publican información, particularmente en línea».
Los legisladores dijeron que estaban respondiendo a las leyes de agentes extranjeros en otros países, señalando el caso de Maria Butina, la activista rusa por los derechos de armas deportada de los Estados Unidos en octubre después de ser condenada por conspirar para actuar como agente de un gobierno extranjero.
Al igual que muchas de las leyes de Rusia que restringen la libertad de expresión, es probable que las nuevas enmiendas se apliquen selectivamente para servir como elemento disuasorio. Un legislador que ayudó a redactar la ley, Vasily Piskarev, dijo que esperaba que las enmiendas se aplicaran a «un pequeño círculo de personas».
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Pero, en teoría, cualquier ruso pagado por organizaciones de noticias extranjeras, o simplemente publicaciones en las redes sociales mientras recibe dinero del extranjero, podría verse obligado a registrarse bajo la nueva ley. El cumplimiento requeriría declarar públicamente que uno es un agente extranjero y presentar informes financieros al gobierno.
Organizaciones extranjeras como la Fundación MacArthur han cerrado sus oficinas en Rusia en los últimos años en respuesta a la ley de agentes extranjeros. Algunas organizaciones rusas que obtienen fondos extranjeros, como el grupo de derechos humanos Memorial, se han enfrentado a fuertes multas por incumplimiento, por ejemplo, por no explicar su estado de agente extranjero en una cuenta de Instagram.
Las nuevas enmiendas dirigidas a individuos podrían aplicarse a alguien que publica en Facebook y recibe ingresos de un apartamento de alquiler en Minsk, dijo en una columna sobre la ley una abogada del Memorial. Crea, continuó, «posibilidades ilimitadas de interpretación».
