El ministro de Turismo y Comercio Exterior, Félix Plasencia, se hospedó en uno de los hoteles más lujosos de la capital española. El icónico The Westin Palace de la Cadena Marriot está situado en el famoso Paseo del Arte, zona de los museos Del Prado, Reina Sofía y Thyssen-Bornemisza. Su construcción fue encargada por el rey Alfonso XIII en 1912. Una suite, dependiendo del tamaño y otros detalles de lujo, cuesta entre 1.000 y 7.639 Euros por noche.
Desde que se produjera el rocambolesco episodio de la presencia en el aeropuerto de Barajas de la vicepresidenta de Maduro, Delcy Rodríguez, sancionada por EEUU y la Unión Europea, los focos recayeron en Plasencia, quien se trasladó a Madrid en un taxi, luego de que su jefa continuara viaje a Qatar en un vuelo comercial de Qatar Airlines.
Plasencia llegó a la capital española para participar en FITUR, la feria internacional de Turismo de España, la cual tuvo lugar del 22 al 26 de enero. Sin embargo, su estancia se prolongó dos días más, siempre en el lujoso hotel donde este lunes fue detectado por los periodistas de El Confidencial.
Cubierto por una gorra, con cuello alto y paso apurado, Plasencia trató de pasar inadvertido al abandonar el hotel este lunes al mediodía acompañado de una mujer rubia no identificada. Pasó frente al Congreso de los Diputados, recorrido en el que El Confidencial trató de preguntarle por la polémica que ha marcado la semana noticiosa en España: el encuentro que se produjo la madrugada del 20 de enero entre Delcy Rodríguez, y el ministro de Transportes de España, José Luis Ábalos, en el aeropuerto de Barajas. Plasencia viajaba en el avión junto a la número dos de Maduro y presenció el cara a cara, pero este lunes esquivó las preguntas y lanzó cuatro palabras como despedida a los reporteros de El Confidencial: «La función se acabó«.
La «función» fue sin duda una muy cara. La estadía de mas de una semana de Plasencia y sus acompañantes en uno de los hoteles mas lujosos de Europa debe haber afectado de manera importante las escuálidas arcas del régimen de Maduro.
El costo político no es menor. Cómo explicar que mientras en Venezuela los niños del Hospital J.M. de los Ríos, los diabéticos, los enfermos de SIDA, de cáncer y de otras graves enfermedades, mueren por falta de medicinas y tratamientos, los ministros del mal llamado «Socialismo del siglo XXI», y sus amigos, se dan vida de millonarios a costa del dinero de todos los venezolanos.
Por otro lado, de aquí en adelante se acabó la vida de bajo perfil de Félix Plasencia, mano derecha de Delcy Rodríguez.
Quién es Felix Plasencia
El régimen lo considera un militante leal y experimentado. Plasencia es ministro de Turismo desde agosto de 2019 y miembro del cuerpo exterior venezolano desde 1991. Es un viejo amigo de los hermanos Jorge y Delcy Rodríguez, gracias a lo cual ha escalado posiciones en el escalafón «revolucionario»: Desde la alcaldía del Municipio Libertador hasta el viceministerio para Asia, Medio Oriente y Oceanía, ya con Delcy como canciller. También participó en el grupo internacional de contacto creado por la Unión Europea el año pasado para mediar —sin éxito— en la crisis venezolana.
Este martes abandona Madrid hacia Caracas, luego de tuitear desde su suite de lujo: «Gracias al liderazgo de nuestro presidente obrero que nos guía al crecimiento digno, con responsabilidad, con trabajo y más trabajo…»
