ZTE, el gigante chino de las telecomunicaciones que se declaró culpable hace tres años de violar las sanciones de Estados Unidos contra Irán y Corea del Norte, es objeto de una nueva y separada investigación de soborno por parte del Departamento de Justicia, según dos personas informadas sobre el asunto. Con información de NBC.
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La nueva investigación, que no se ha informado anteriormente, se centra en posibles sobornos que ZTE pagó a funcionarios extranjeros para obtener ventajas en sus operaciones en todo el mundo.
El nuevo escrutinio sobre ZTE se produce justo después del final del período de prueba corporativo acordado en virtud del acuerdo de declaración de culpabilidad de marzo de 2017 que alcanzó con el Departamento de Justicia. Según el acuerdo, ZTE acordó una multa civil y penal y la confiscación de 1.19 mil millones de dólares.
En un comunicado, un representante de la compañía china dijo: «ZTE está totalmente comprometido a cumplir con sus obligaciones legales y de cumplimiento. La principal prioridad del equipo de liderazgo es hacer de la empresa un socio comercial confiable y confiable en el mercado global, y la compañía está orgullosa del enorme progreso que ha logrado».
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La sede de la compañía se encuentra en Shenzhen, Guangdong, China, pero la filial estadounidense de ZTE se encuentra en Richardson, Texas. ZTE se basa en materiales de fabricación estadounidense para teléfonos inteligentes y equipos de redes informáticas. La compañía tiene estrechos vínculos con el gobierno comunista de China.
Bajo el acuerdo de 2017 con el DOJ, ZTE acordó implementar y mantener un programa de cumplimiento y ética para detectar violaciones de sanciones y controles de exportación. La implementación de los programas no le dio inmunidad a ZTE por crímenes pasados que la compañía no había revelado al gobierno de los Estados Unidos cuando se firmó el acuerdo de culpabilidad, según los documentos.
El código de conducta de ZTE prohíbe a los empleados pagar o aceptar sobornos en China o en el extranjero. Pero los informes de noticias, documentos y al menos una demanda presentada en los últimos años han acusado a ZTE de corrupción en más de una docena de países, incluidos Argelia, Liberia, Kenia y Zimbabwe.
