Han transcurrido cinco meses desde que un tribunal en Curazao declaró la quiebra de Banco Orinoco NV. del banquero venezolano Víctor Vargas. Hasta la fecha, ninguno de los depositantes o acreedores ha recuperado su dinero.
La existencia de bonos y títulos valores supone una disponibilidad inmediata (menos de una semana), sin embargo, a la actualidad no hay claridad sobre la existencia de dichos activos. Todo hace pensar que el Banco del Orinoco es un cascarón vacío, o mejor dicho, vaciado.
Los informes preparados por los interventores asignados por el tribunal que lleva el caso, indican que los depósitos de clientes en Curazao ascienden a 880 millones de dólares. Por otro lado, la supuesta existencia de títulos valores y bonos en custodia de las empresas extranjeras Welden Valores de Uruguay y Vistra International S.A. en Panamá, y Farringdon en Singapur, no ha podido se confirmada por los auditores ni por el Banco Central de Curazao. Lo que está comprobado es que los activos del Banco del Orinoco en la isla suman apenas 7.500 dólares.
Los interventores indican que una vez que fue decretada la medida de emergencia, el Banco Central de Curazao y San Maarteen resguardó toda la información digital sobre libros contables y registros del Banco Orinoco NV. Sin embargo, a raíz de un fallo eléctrico que sufrió Curazao a mediados de noviembre de 2019, existe la posibilidad de que dichos archivos puedan haberse perdido, ya que se conoció que los interventores estarían tratando de obtener nuevamente la información de forma impresa.
La información contenida en dichos informes reflejaría graves irregularidades que van contra los principios básicos de buenas prácticas en el sector financiero, como lo son el mantenimiento de la custodia de títulos valores de forma diversificada en instituciones reguladas de bajo riesgo o instituciones de compensación y registro; y la existencia de planes de recuperación en casos de emergencia, lo cual está establecido por regulación en Curazao con la finalidad de que, ante la ocurrencia de un desastre natural o provocado, la institución pueda iniciar nuevamente operaciones con el resguardo de la información contable y de clientes en ubicaciones diferentes, proceso que debe ser del conocimiento del Banco Central de Curazao, a cuya disposición debe estar dicha información.
Las investigaciones realizadas a raíz de la quiebra del Banco Orinoco N.V. propiedad del banquero rojo Víctor Vargas, muestran presuntas irregularidades que, de confirmarse, podrían concluir en una de las mayores estafas realizadas en Latinoamérica por un banquero en complicidad con funcionarios vinculados a un ente regulador, en este caso, de Curazao.
Los supuestos custodios
VISTRA INTERNACIONAL S.A. en una sociedad registrada en Panamá, cuya junta directiva está conformada por escritorios jurídicos o abogados que suelen utilizarse para empresas que no tienen ninguna actividad económica o empresas de maletín. La dirección indicada corresponde a un centro comercial donde no se evidencia su presencia además de que no tiene autorización alguna para brindar servicios financieros o de mercado de capitales en la nación centroamericana.
El único accionista de VISTRA INTERNACIONAL S.A. es CORNICHE HOLDINGS INC, empresa registrada en el bufete Mossack Fonseca, tal como aparece en los denominados Papeles de Panamá, cuya junta directiva a su vez está conformada igualmente por escritorios jurídicos, abogados u otras empresas. Los accionistas vinculados a CORNICHE HOLDINGS INC son una persona natural residente en los Emiratos Árabes, cuatro estructuras fiduciarias ubicadas en Australia, Islas Vírgenes Británicas, Suiza, Guernsey y las denominadas acciones al portador.
La estructura de empresas interpuestas dificulta el conocimiento del beneficiario final de las acciones, así como ejercer cualquier acción en su contra. Resulta poco creíble que una institución bancaria entregara la custodia de activo alguno a empresas de estas características, a menos de que el control de dicha empresa estuviese en manos del mismo banco o del propio beneficiario final de la estructura, es decir, el banquero rojo.
El segundo supuesto custodio mencionado es WELDEN SECURITIES AGENTE DE VALORES S.A., empresa que fue regulada por el Banco Central de Uruguay hasta el 15 de octubre de 2019, luego que la junta de accionistas decidió la disolución de la sociedad el 20 de septiembre de 2019. Los estados financieros presentados ante la autoridad regulatoria indican que la sociedad “no mantiene custodias de clientes al 30 de setiembre de 2019”. Es evidente que no existe activo alguno a favor de Banco Orinoco N.V. y por ende, de ninguno de sus depositantes.
Sobre el tercer supuesto custodio, Farringdon Group, no existe mayor información además de la presentada en su página web donde dicen ofrecer servicios financieros desde hace doce años.
El cómplice necesario
Expertos señalan que esta situación solo ha sido posible por la acción u omisión del ente regulador, en este caso, del Banco Central de Curacao y San Marteen bajo la presidencia de Emsley Tromp.
Resulta del todo incomprensible que un regulador autorice como custodio de los activos de una institución financiera a tres empresas de dudoso origen y estructura opaca durante varios años, sin tomar ninguna medida, ¿incompetencia o complicidad?
Con la llegada de un nuevo presidente del Banco Central de Curacao y San Maarteen, y ante la situación que atravesaba el Banco del Orinoco N.V., la autoridad reguladora solicitó a un tribunal la declaración de quiebra, y para sorpresa de muchos, Emsley Tromp actúo como asesor del banquero rojo Víctor Vargas y del Banco del Orinoco N.V., con el objetivo claro de evitar las medidas solicitadas ante el tribunal.
El Banco Central de Curacao y San Maarteen, todo indica que incumpliendo con su obligación y de manera permisiva, permitió la concentración de riesgos, la falta de seguimiento sobre prácticas bancarias, la falta de supervisión y de confirmación sobre activos en los procesos de revisión, entre otras irregularidades.
Sin embargo, el caso del Banco del Orinoco no es el único en el que se han visto envueltos varios ejecutivos vinculados al Banco Central del Curacao y San Maarteen, como el expresidente Emsley Tromp y el equipo de supervisión encabezado por Shelwin Salesia y la asesora Ersilia de Lannoy, según refiere la prensa local y fuentes del sector financiero de la isla.
Historias similares: El caso Girobank
El grupo dirigido por Tromp es el mismo que aprobó la venta en 2010 de Girobank N.V. a un fondo americano denominado IIG Group, demandado por la Comisión de Valores de los Estados Unidos ante un tribunal de Nueva York en noviembre de 2019 por haber realizado un esquema tipo Ponzi para defraudar a sus clientes.
En ese caso, el Banco Central de Curazao bajo la dirección de Tromp y a través del equipo de supervisión, permitió la incorporación a los balances del banco de más de 150 millones de dólares en activos relacionados con IIG Group que eran, en palabras de los expertos consultados, “incobrables”. Posteriormente, este mismo equipo administró el banco desde 2013 hasta 2019, generando un déficit mayor a 480 millones de florines. Después de seis años en manos del propio ente regulador de Curazao, éste procedió a congelar los fondos de los clientes aduciendo que el banco era «inviable».
Recientemente, Emsley Tromp declaró que durante su gestión como presidente del Banco Central de Curacao y San Maarteen en 2015, había logrado una salida para Girobank. La solución consistía en otorgar a una empresa de reciente creación, Activo Bank N.V., una licencia bancaria, tal como se realizó y quedo reflejado en el registro de instituciones financieras en el Banco Central de aquel entonces, y posteriormente vender los activos y pasivos de Girobank N.V. a la nueva entidad creada.
Fuentes del sector financiero local refieren que Emsley Tromp, como presidente del Banco Central, habría recibido un soborno millonario por la aprobación de la adquisición de Girobank, negociación que finalmente no se concretó.
La inobservancia de Tromp y su entorno mas intimo, durante su gestión en el Banco Central de Curazao, pareciera proteger intereses oscuros, lo cual quedó reflejado en la comparecencia del miembro de la coalición del partido PAR, Stephen Walroud ante el Parlamento de Curazao en diciembre de 2019, que se refirió a Tromp y al caso de Girobank como “La historia de dos buenos amigos del mundo financiero…Uno de ellos miraba hacia otro lado cuando su mejor amigo hacia cosas que nunca debieron hacerse…Ahora gente con malas intenciones está tratando de culpar a los nuevos administradores del Banco Central o peor aún, al equipo que se intervino hace seis años».
De nuevo entre amigos: El caso Banco di Caribe
Entre 2005 y 2006 el equipo dirigido por Emsley Tromp aprobó la adquisición de acciones de la empresa de seguros Ennia y del Banco di Caribe en Curazao, por parte de Parman International mediante el aporte de activos de baja calidad a las empresas que estaba adquiriendo para el pago de las acciones. A los pocos meses de la adquisición de la empresa de seguros y el banco, Emsley Tromp estrena un lujoso apartamento en Miami, financiado desde Curazao, y recibe como obsequio un Mercedes Benz último modelo.
El propietario de Parman International es Husbang Anzary (1942) un hombre de negocios de origen Iraní residente en Estados Unidos, siendo esta adquisición su primera incursión en el sector financiero. Anzary fue muy activo en el mercado de San Maarteen desde los años 80, de allí su íntima amistad con Emsley Tromp.
Luego de la salida de Emsley Tromp, el Banco Central de Curazao y San Maarteen solicita una medida de intervención de Ennia por un déficit de 700 millones de florines e inicia un caso en corte contra Husbang Ansary y los exgerentes del grupo Ennia. La demanda indica que “Husbang Ansary, utilizando su enorme influencia, retiró activos de ambas empresa para beneficiarse personalmente y a los que estaban a su alrededor”.
Todo esto ocurrió cuando Ralph Palm, agente consultor de Alzary luego de su retiro de KPMG Curazao, fuera incorporado por Tromp a la junta directiva de Ennia. Posteriormente, y ante el estupor del sector financiero, Palm pasó a formar parte de la directiva del propio Banco Central de Curazao
Antiguas amistades: El caso FCIB
En el año 2006, la Fiscale inlichtingen- en opsporingsdienst, agencia del gobierno de los Países Bajos responsable de investigar delitos financieros, allanó las oficinas del First Curaçao International Bank (FCIB), y detuvo a sus principales accionistas (los hermanos Deuss) por sospechas de realizar transacciones bancarias para generar un fraude fiscal con el impuesto a las ventas.
El resultado del proceso realizado ante un tribunal en Arnhe (Holanda) fue la condena de ambos hermanos a seis meses de prisión y una multa por actividades bancarias ilegales y por no informar de transacciones inusuales. Finalmente, y para evitar la continuación del proceso penal por cargos de lavado de dinero, llegaron a un acuerdo con la fiscalía pagando 34.500.000 euros en 2013.
En el proceso criminal en contra de John Deuss, el reporte realizado por la fiscalía indica la notable indulgencia y falta de supervisión que mostró Tromp hacia el controvertido First Curacao International Bank (FCIB), así como de las reuniones de Tromp con Deuss después de las horas de trabajo y fuera de la oficina. Los rumores acerca de cómo Tromp se beneficiaría a sí mismo y a los miembros de su familia eran vox populi en las Antillas holandesas. A pesar de ello, las investigaciones de corrupción en el Banco Central de Curazao siempre han llegado a un callejón sin salida.
El resultado esperado
En la actualidad, el informe del interventor indica que se encuentran trabajando con los accionistas para ubicar activos de la institución, lo cual sugiere que esperan que éstos devuelvan lo que se llevaron.
Aunque lejana, las víctimas de este caso – en muchos casos personas que confiaron al banco los ahorros de toda una vida de trabajo honesto – mantienen la esperanza de que la justicia actúe con todo el peso de la ley y exija a los responsables resarcir los daños causados a los depositantes, a la credibilidad de las autoridades holandesas y a la imagen de Curazao.