La aplicación de videoconferencias Zoom, cada vez más utilizada durante la pandemia de coronavirus, está en la mira por la cifra creciente de usuarios cuyas reuniones fueron pirateadas.
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Los hackers logran acceder sin permiso a reuniones digitales de empresas, centros educativos o incluso estamentos gubernamentales, y, además de violar la privacidad de los participantes y acceder a la información que se está tratando, en algunos casos las interrumpen con lenguaje obsceno e incluso amenazas.
En las redes sociales, con la etiqueta #zoombombed, los usuarios relatan cómo súbitamente vieron imágenes pornográficas o racistas inundar sus pantallas durante videoconferencias.
La oficina del FBI dijo que recibió «varias indicaciones de teleconferencias perturbadas por imágenes pornográficas o de odio y lenguaje amenazante», según indicó en un comunicado.
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Zoom no solo es utilizado por muchos particulares que trabajan desde casa y ahora están en cuarentena o practican el distanciamiento social, sino también por empresas y escuelas que han cerrado sus puertas y dan sus clases en línea.
Entre los ejemplos citados por el FBI en Boston, un estudiante de secundaria de Massachusetts contó que un profesor interrumpió su clase cuando un individuo desconocido apareció en la pantalla «gritando insultos y la dirección personal del profesor».
Otra escuela del mismo estado denunció la aparición súbita de un individuo en sus clases con tatuajes de simbología nacionalsocialista como esvásticas.
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Una de las razones que explica el rápido crecimiento de Zoom frente a otras alternativas del mercado como Skype, Google Hangouts o Facebook Messenger es precisamente su fuerte penetración en el mundo educativo, que ya era significativa incluso antes de que comenzase la pandemia y las órdenes de confinamiento en todo el mundo.
Según Sensor Tower, una empresa que mide la popularidad de las aplicaciones, la cantidad de descargas de Zoom en Estados Unidos subió un 252% en la semana del 16 de marzo, cuando comenzaron las medidas estrictas de confinamiento, y aumentaron un 66% la semana siguiente hasta alcanzar los siete millones de descargas.
Recomendaciones
Por su parte, el FBI emitió una serie de recomendaciones para quienes estén participando en teleconferencias durante estos días.
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La primera es elegir siempre la opción de «encuentro privado» en Zoom, que requiere una contraseña a quienes quieran participar en él y nunca -salvo que así se desee por algún motivo específico- la de «encuentro público».
La policía federal también alertó de que no se deben compartir los enlaces a las teleconferencias en las redes sociales, sino que se deben enviar de forma privada a los participantes, y aconsejó a los organizadores de las reuniones que elijan la opción de que sólo ellos pueden compartir la pantalla.
Además, es recomendable que todos los participantes en la conferencia estén usando la versión más actualizada del software (la última es de enero de este año).