La Unión Europea quiere aumentar el poder del continente para combatir el lavado de dinero, luego de una serie de escándalos que han convertido a Europa en un centro de delitos financieros. Con información de The Wall Street Journal.
Escándalo de la FIFA: Bancos admiten participación en lavado de dinero
Una propuesta presentada por Valdis Dombrovskis, vicepresidente de la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, pide un nuevo organismo de supervisión o nuevos poderes para la Autoridad Bancaria Europea (EBA), uno de los reguladores financieros existentes del bloque. Los estados miembros ya le habían dado a la EBA cierta autonomía para tratar el tema, pero la comisión dijo que no era suficiente.
Cada país de la UE tiene su propio regulador responsable de controlar el lavado de dinero. En muchos casos que han salido a la luz en los últimos años, estas agencias no se comunicaron entre sí, lo que dificulta el seguimiento de flujos de dinero sospechosos a través de las fronteras.
La comisión también quiere armonizar las reglas de la UE para combatir el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo. Actualmente, cada país es responsable de aplicar las reglas, y las diferentes interpretaciones conducen a lagunas en el sistema.
La falta de herramientas y supervisión adecuadas para prevenir o atrapar el lavado de dinero se ha convertido en una vergüenza para las autoridades y los países europeos, algunos de ellos previamente considerados ‘muy limpios’. En 2018, uno de los bancos más grandes de Dinamarca, Danske Bank, reveló que su pequeña sucursal en Estonia había movido más de 230 mil millones de dólares desde Rusia y otros antiguos estados soviéticos a Europa durante años, sin ser detectados.