Maduro paga combustible a Irán a través de la cementera estatal Cerro Azul vía un banco ruso

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Cementos Cerro Azul está ubicada en el municipio Piar del estado Monagas | Foto: Pdvsa/Referencial

Al momento de redactar esta nota, cinco petroleros iraníes navegan hacia Venezuela cargados de 1.5 millones de barriles de combustible por un valor aproximado de 45 millones de dólares.

A pesar de las sanciones contra el régimen de Maduro, y del despliegue de una flotilla de barcos de guerra en el Mar Caribe, en una intensificación de las operaciones antidrogas, es poco lo que Estados Unidos puede hacer para evitar que los petroleros Fortune, Forest, Petunia, Faxon y Clavel lleguen a su destino, según expertos en derecho internacional. Lo único que hacen las sanciones estadounidenses es evitar que los sancionados operen en Estados Unidos o usen el dólar estadounidense.

Según fuentes confiables de Cuentas Claras Digital, el pago del combustible comprado a Irán lo habría realizado la fábrica estatal Cemento Cerro Azul CCA, a través del banco ruso Evrofinance Mosnarbank, viejo aliado del régimen.

Cemento Cerro Azul CCA fue desarrollada dentro del convenio Venezuela-Irán, promovido por Hugo Chávez. La industria del cemento era el proyecto emblemático de los acuerdos estratégicos entre la República Islámica del Irán y Venezuela.

La construcción de la planta se implementó conjuntamente con la compañía iraní Ehdasse Sanat, una subsidiaria de la Organización Iraní de Desarrollo y Renovación de las Industrias Mineras (IMIDRO) en 2014. Se estimaba que Cerro Azul, ubicado en El Pinto, Piar, estado Monagas, produjera 1 millón de toneladas métricas de cemento, es decir, el 13% de la producción nacional.

Hoy en día, Cerro Azul es una empresa filial de la Corporación Socialista del Cemento, S.A. adscrita al Ministerio del Poder Popular para Industrias y Producción Nacional y agrupa a todas las cementeras de Venezuela. Como la mayoría de ellas, está inoperativa desde hace seis meses. La última producción de cemento fue de 12.000 toneladas. Su paralización ha afectado de forma significativa al sector de la construcción en el país.

Cerro Azul tampoco ha escapado a las denuncias de corrupción, develadas por sus propios trabajadores, que en enero solicitaron una auditoría sobre la relación comercial de la cementera con distintas empresas y corporaciones. «Presumimos que hay desvío de dinero y mal uso de los recursos por parte de la directiva, precisó Ramón Bolívar, trabajador e integrante del sindicato, señalando opacos pagos en dólares realizados a compañías como Gricemar GB, CA. que resultó ser una empresa de maletín registrada en Florida.

Por si fuera poco, el Sindicato de Trabajadores de Cementos Cerro Azul denunció a El Pitazo este 19 de mayo ser víctima de desmejoras laborales al retirarles dos de los cuatro cesta tickets que devengaban los trabajadores desde 2015.

Los «verdes» detrás de la operación

Detrás de la compra del combustible a Irán están dos militares que han desempeñado diferentes y fracasadas gestiones dentro del régimen.

Antonio José Pérez Suárez preside la Corporación Socialista del Cemento desde 2018, además de ejercer como Vicepresidente de Comercio y Suministro de Calidad de Pdvsa desde el 28 de febrero de 2020, por designación de Nicolás Maduro. Como tal, por cierto, fue parte de la comitiva que acompañó a Delcy Rodríguez a Trinidad y Tobago, visita que ocasionó una crisis dentro del gobierno con la renuncia del ministro de Servicios públicos de Trinidad y Tobago, Robert Le Hunte.

Antonio J. Pérez Suárez Foto cortesía de Poderopedia.

Oscar Albin Dávila Rondón acompaña a Pérez Suárez como director principal de la Corporación Socialista del Cemento, además de presidir Bariven y Pdvsa Industrial SA, cargos para los que fue designado por Maduro el 30 de marzo pasado. Dávila Rondón fue anteriormente presidente de la Corporación Socialista del Sector Automotor, C.A. al frente de la cual, al igual que en otras empresas, fue acusado de mala gestión. También ha sido motivo de investigaciones periodísticas por su participación como directivo en una contratista del Estado denominada Constructora MK 2021, CA. El portal Armando.Info señala a Dávila Rondón como uno de los militares que integran la «logia» de casi 800 oficiales activos de la FAB que reciben los mayores contratos del estado en las áreas de construcción, seguridad y hasta importación de alimentos.

Peligrosas relaciones

Durante la última década, Irán ha tenido vínculos fuertes y de rápido crecimiento con los estados latinoamericanos, especialmente con Venezuela. A fines de 2008, Irán amplió su cooperación con el país mediante el establecimiento de una planta de ensamblaje de automóviles, una fábrica de cemento y un servicio aéreo directo entre Teherán y Caracas. El comercio entre Venezuela e Irán ha crecido de manera constante y los dos países han lanzado empresas conjuntas en varios sectores, incluyendo energía, agricultura, vivienda e infraestructura. Hasta 2008, el valor de los proyectos de desarrollo industrial llevados a cabo por empresas iraníes en Venezuela fue de alrededor de $ 4 mil millones.

El combustible del conflicto

Todo tipo de especulaciones pululan en las redes sociales acerca de los petroleros iraníes que se aproximan a Venezuela pero lo cierto es que sigue siendo muy poco probable que EEUU intervenga o intente abordar los buques iraníes.

Según el ex director del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca para América del Sur, Fernando Cutz, en declaraciones a Univisión: “Irán y Venezuela están tan aislados del mundo que tiene sentido que eventualmente se toquen entre sí. Ya los hemos sancionado, entonces, ¿qué tienen que perder?»

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