La petrolera rusa Rosneft, la segunda más grande del mundo, confirmó que ha formalizado el cese total de sus actividades en Venezuela, tras deshacerse de todos sus activos en el país andino.
PDVSA cambia cargamentos de crudo a filial de Rosneft para evadir sanciones
«La compañía ha terminado todas sus actividades en Venezuela», explicó el presidente de Rosneft, Ígor Sechin, en el informe de la presentación de los resultados financieros del primer trimestre.
Explicó que en el segundo trimestre de este año Rosneft cerró la venta, tal y como había adelantado, de todos sus activos en Venezuela a «una compañía perteneciente al 100 % al Gobierno de la Federación Rusa».
La transacción, añadió Sechin, incluyó las participaciones de Rosneft en las extractoras Petromonagas, Petroperija, Boquerón, Petromiranda, Petrovictoria, así como en empresas de servicios petroleros y otras compañías del sector.
Irán no podrá arreglar las refinerías de Venezuela, como no pudo Rusia
El monto de la operación, que se realizó para proteger a Rosneft de las sanciones de Estados Unidos por su cooperación con el gobierno de Nicolás Maduro, no ha sido desvelado.
En febrero pasado EEUU anunció sanciones contra Rosneft Trading y su director, Didier Casimiro, por ayudar supuestamente a Venezuela en el comercio internacional de petróleo para eludir las sanciones.
En marzo EEUU sancionó además a TNK Trading International (TTI), otra filial de la petrolera rusa por su presunto apoyo al gobierno del presidente de ese país.
Sanciones sin precedentes de EEUU a Rusia por vínculos con el régimen chavista
Los activos que tenía Rosneft en Venezuela quedaron en poder de una empresa estatal rusa, Roszarubezhneft, que, según la agencia Interfax, fue registrada en Moscú el pasado 28 de marzo, el mismo día que el gobierno ruso anunció la operación.