La multinacional estadounidense de transporte compartido Uber, despedirá a cerca del 25% de su plantilla con el anuncio de echar a otros 3.000 empleados más, aparte de los 3.700 que anunció hace semanas, y cerrará 45 de sus oficinas en distintas partes del mundo, según un correo electrónico enviado por la dirección de la firma a sus trabajadores.
Las restricciones a la movilidad y las medidas de distanciamiento social decretadas en gran parte del planeta en respuesta a la pandemia de COVID-19 han hundido el volumen de actividad de la empresa que dirige Dara Khosrowshahi.
El pasado 6 de mayo, Uber, que cuenta con una plantilla de unas 27.000 personas, ya anunció que despediría a 3.700 empleados, alrededor de un 14% de todos sus trabajadores, a los que ahora se añaden estos 3.000, cerca de un 11%.
Un sector impactado por el Covid-19
La pandemia mundial del COVID-19 se está ensañando particularmente con la empresa de transporte compartido, que entre enero y marzo triplicó sus pérdidas y se ha visto forzada a retirar las proyecciones internas que apuntaban a alcanzar la rentabilidad a finales de este año.
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En los primeros tres meses de 2020, Uber ha perdido 2.946 millones de dólares, unos números rojos tres veces mayores que los 1.016 millones que dejó de percibir en el mismo período del año pasado. En abril, en el momento más álgido de la pandemia en Occidente, los viajes en Uber se desplomaron un 80 % interanual a nivel global.
