Alemania ha registrado un gigantesco foco de infección de coronavirus en una gran industria cárnica, al oeste del país. Al menos 657 personas han dado positivo desde el inicio de la semana en un matadero y una planta de empaquetado de la empresa Tönnies en Renania del Norte-Westfalia. En las inmediaciones de la planta cárnica, un total de 7.000 personas han sido puestas en cuarentena. Mientras, la canciller, Angela Merkel, y los jefes de Gobierno de los Estados federados acordaron la reapertura total de las escuelas tras las vacaciones y prolongar la prohibición de celebrar grandes eventos hasta finales de octubre. Con información de El País.
El gran matadero ha cesado su actividad, lo que supone un gran problema para los criadores de cerdos y se prevé que retire del mercado alemán hasta el 20% de la producción, según la agencia alemana de noticias, DPA. El brote suscitó el miércoles reacciones políticas como la del jefe del grupo parlamentario conservador, Ralph Brinkhaus, que criticó a la empresa y le exigió responsabilidades. “La protección de la salud de la población y de los trabajadores debe tener absoluta prioridad, sobre todo frente a los intereses económicos”, advirtió.
Las autoridades han decretado el cierre de los colegios y las escuelas infantiles en Gütersloh, el distrito afectado, hasta el inicio de las vacaciones escolares el 29 de junio, para evitar la propagación, según explicó una portavoz del Gobierno local. Muchos empleados son padres jóvenes con hijos en edad escolar.
El administrador del distrito, el conservador Sven-Georg Adenauer, indicó que el brote afecta a todos los empleados de la empresa. Frecuentemente, estas industrias se nutren de trabajadores del este de Europa, que viven juntos en dormitorios. Las deficientes condiciones laborales de los empleados desplazados han vuelto a salir a la luz en el país, gracias al coronavirus. La empresa citó además el regreso de trabajadores de sus países como una de las posibles causas junto con la refrigeración en las instalaciones industriales.
El distrito de Gütersloh exigió el cierre inmediato del matadero y reconoció que habían excedido con creces el tope máximo de 50 infecciones por cada 100.000 habitantes pactado por el Gobierno federal y los Estados y por encima del cual han de adoptarse nuevas restricciones para contener la propagación.
Los brotes en los mataderos y las plantas de procesamiento se suceden desde hace semanas en Alemania, donde sin embargo, el incremento de nuevos positivos de coronavirus continúa a la baja en comparación con semanas anteriores, según los datos del instituto Robert Koch. En las últimas 24 horas, el centro de referencia del país contabilizó 345 nuevos contagios, lo que eleva la cifra total desde el inicio de la epidemia a 187.184. El número de muertos asciende a 8.830 en Alemania; 30 de esas muertes se produjeron este martes y elevan la tasa de letalidad a 4,7%.