El informe anual sobre drogas de las Naciones Unidas prevee el aumento del tráfico de estupefacientes, consumo de sustancias más nocivas, disminución de los presupuestos de sanidad pública debido a la pandemia de COVID-19.
Este jueves 25 de junio el informe la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito comparó el impacto de la pandemia de COVID-19 en el mercado de drogas con el provocado por la crisis financiera de 2008.
«El aumento del paro y la falta de oportunidades económicas podrían empujar a «los pobres y más desfavorecidos hacia las actividades ilícitas vinculadas con las drogas, ya sea su producción o tráfico», advierte la agencia, según informó la agencia EFE.
«La crisis provocada por covid-19 y la ralentización económica amenazan con elevar los peligros de las drogas, en tanto nuestros sistemas sociales y sanitarios están al borde del abismo y nuestras sociedades penan para hacer frente» a la situación, señaló la directora ejecutiva de UNODC, Ghada Waly.
Se teme que los gobiernos disminuyan los presupuestos dedicados a la prevención y a la atención de los consumidores, pero también que reduzcan la financiación de la lucha internacional contra el narcotráfico.
Combatir el tráfico
La UNODC exhorta a los Estados a mostrarse más solidarios y ayudar, en particular, a los países en desarrollo a combatir el tráfico y a tomar medidas para tratar las patologías vinculadas al consumo de drogas.
El cierre de fronteras y otras restricciones a causa de la pandemia han provocado escasez en el mercado de drogas, aumentando los precios y reduciendo la pureza de las sustancias, señala el informe.
Los narcotraficantes ahora dependen más de las rutas marítimas, sobre todo de la cocaína procedente de Sudamérica.