Con multas irrisorias y un breve congelamiento de cuentas, autoridades mexicanas dijeron haber sancionado en 2018 a las empresas de ese país que participaron en el esquema millonario que surtió de productos a las cajas Clap, incluyendo aquellas que vendieron leche en polvo de pésima calidad nutricional. Con Alex Saab -arquitecto y cabeza de estas operaciones- detenido en Cabo Verde hace tres semanas, en México comienzan a revelarse las irregularidades de una investigación que parecía haber hecho justicia. Al final, fue un castigo que ni dolió ni reparó a nadie. Así lo reseña el reportaje de Claudia Solera y Roberto Deniz para Armando Info.
El primer acuerdo reparatorio se consumó el 12 de octubre de 2018. Los representantes de El Sardinero, Delmar Logística, Almacenes Vaca y Rice & Beans, cancelaron cada uno 750.000 dólares para sumar los tres millones de dólares que irían a Acnur, anunciados por la Procuraduría General de México pocos días después. Además, se comprometieron a entregar a las autoridades 1.300 contenedores con alrededor de dos millones de combos Clap.
Santiago Nieto, el jefe actual de la Unidad de Inteligencia Financiera mexicana, destaca varios vicios en esa resolución. “Primero, no se debió haber depositado a la Acnur estos tres millones de dólares, como sanción, sino a la Tesofe, como lo establece el Código de Procedimientos Penales, cuando existe un acuerdo reparatorio. Está por ley que debe de ser así. También es ilegal que se haya acordado el decomiso de 1.300 contenedores, que después fueron enviados a Venezuela, cuando, precisamente, una de las irregularidades había sido la adquisición de estos alimentos de baja calidad calórica”.
Los empresarios, por su parte, aseguran haber cumplido con lo exigido por las autoridades en ese momento. Desde El Sardinero, por ejemplo, insisten en que cumplieron al pie de la letra el “acuerdo reparatorio” tras pagar la donación, que paralizaron su negocio con Venezuela y que entregaron los dos millones de cajas Clap a la Cancillería mexicana.
Pero ese no fue el único “acuerdo reparatorio”. El 16 de octubre de 2018, la Procuraduría General de México acordó con representantes del grupo Kosmos, cuyos Productos Serel y La Cosmopolitana también se incluyeron en los Clap, la imposición de una multa de sólo 120.000 dólares, que también debieron abonar a Acnur. De Productos Serel era, por ejemplo, la leche en polvo Kosland, una de las que peores valores nutricionales tenía. La sanción es ínfima, si se toma en cuenta que, según la Unidad de Inteligencia Financiera mexicana, Productos Serel vendió mercancía por varios millones de dólares a Wellsford Trading Corp, otro de los intermediarios contratados por el Gobierno de Maduro.
Tal como lo informamos en CCD (2018), las autoridades mexicanas acordaron permitir el envío de 1.300 contenedores de cajas Clap que tenían como destino Venezuela, a fin de no agravar más la crisis humanitaria.
Las irregularidades cometidas, como la asociación para delinquir, el sobreprecio y el fraude con alimentos de primera necesidad, como es el caso de la leche, efectivamente requerirían penalidades mas contundentes.
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El pago en efectivo de la multa de 3 millones de dólares también resalta. ¿Habrá recibido la agencia de la ONU – ACNUR- dinero contante y sonante de un grupo de delincuencia organizada financiera que reconoció los delitos cometidos al firmar el acuerdo?
Las condiciones del acuerdo reparatorio se basaron en la Ley Nacional de Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias en Materia Penal y en el Código Federal de Procedimientos Penales en los artículos 33 y 186, respectivamente pero, según el nuevo jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera, no debieron entregarse a ninguna ONG sino al Tesoro de México.
ACNUR – México debería aclarar este delicado tema.