“No es la corrupción del sistema, sino la corrupción como sistema”, concluye un abatido Marco Ruffo, el personaje de O mecanismo basado en el policía brasileño Gerson Machado, a medida que va descubriendo la red de pago de sobornos de la constructora Odebrecht. Así lo reseña un reportaje de El País.
Emilio Lozoya acusa a tres expresidentes de México de recibir sobornos de Odebrecht
A la justicia mexicana no le ha hecho falta, como a Machado, pasar noches y noches en vela uniendo las tiras de miles de documentos que los testaferros arrojaron a la basura tras pasar por la trituradora de papel. Le ha bastado seguir el rastro de Odebrecht y apretar el botón Lozoya, expresidente de la petrolera pública Pemex y uno de los hombres más cercanos al expresidente Enrique Peña Nieto, para llegar a la misma conclusión: “No es la corrupción del sistema, sino la corrupción como sistema”.
Los 63 folios de la declaración que Emilio Lozoya realizó el 11 de agosto ante el fiscal y que el miércoles llegó a las redacciones de todo el país con los nombres, fechas, cantidades y lugares de entregas de las maletas de dinero destinado a expresidentes, ministros y diputados han sacudido la vida política de un país que sitúa en las encuestas a la corrupción como su principal cáncer pero que pocas veces tiene pruebas tan nítidas de sus manejos.
El video de cuatro minutos que acompaña la confesión, en el que se ve a los colaboradores de dos poderosos diputados metiendo decenas de fajos de billetes en maletas, o los pagos entregados por Odebrecht en el aparcamiento del Senado, retratan el burdo manejo de una red que en el cine tiene un aspecto más sofisticado.
Andrés Manuel López Obrador, el presidente que ganó hace dos años las elecciones con la promesa de terminar con la corrupción, celebra cada día el escándalo al ver a todos sus enemigos políticos apuntados juntos en un mismo documento. La aparición el jueves de un video de su hermano, Pío López Obrador, recibiendo dinero en efectivo para su campaña no ha modificado un ápice su discurso sobre la putrefacción de los Gobiernos que le precedieron y que la corrupción terminó con su llegada.
Nombres y destino del dinero de Odebrecht, lo que se espera de Emilio Lozoya
Hasta el momento, el tsunami Lozoya ha involucrado a 17 políticos incluidos tres expresidentes, candidatos presidenciales, ministros y diputados de los dos partidos, PAN y PRI, que han gobernado el país durante los últimos 90 años.
Casi todos han sido acusados de recibir grandes cantidades de dinero para la aprobación de leyes que permitían la entrada de empresas privadas, como Odebrecht. Del huracán no se ha escapado ni Morena, la formación del mandatario, por favores menores.
El escándalo ha roto en mil pedazos la burbuja corruptora de Odebrecht en la que vivía México a pesar de las señales. En una entrevista de julio de 2017 con EL PAÍS, Rodrigo Tacla, abogado del Departamento de Operaciones Estructuradas de Odebrecht, dejó claro que Lozoya era el hombre elegido por la constructora. «Odebrecht creía que el presidente de México iba a ser Emilio Lozoya. Y le gustaba esa idea. La constructora tenía mucho interés en Lozoya».
Y así fue. Durante dos años, entre 2012 y 2014, Lozoya Austin, un abogado de 36 años formado en las mejores universidades extranjeras que formaba parte del grupo de tecnócratas que le hablaban al oído al presidente, repartió más de 10 millones de dólares entre la cúpula política del país y se embolsó otros cuatro.
Emilio Lozoya tiene grabaciones del caso Odebrecht que podrían ‘salvarlo’
La burbuja de Odebrecht en México se rompió esta semana cuando se conoció íntegra una declaración que nadie ha desmentido. Emilio Lozoya explica durante su confesión que todos los pagos se hicieron por orden de Luis Videgaray —secretario de Hacienda y canciller y el hombre más cercano a Enrique Peña Nieto—, pero que él fue quien presentó al mandatario y a Luis Weyll, director de Odebrecht México, a quien conocía desde antes de la campaña. “Pero para 2013, Odebrecht ya tenía al presidente de su lado y la relación entre Odebrecht y el Estado Mexicano no era una relación de contratos, sino de poder”. Sobre Felipe Calderón (2006-2012) denuncia que durante su Gobierno “se gestaron sólidos esquemas de corrupción con Odebrecht” y lo vincula a la irregular compraventa de una empresa de productos agrícolas. De Carlos Salinas de Gortari (1988- 1994) asegura que presionó para lograr contratos de Pemex para su hijo.
La reforma energética
Además de sus jefes —Peña Nieto y Videgaray— los peor parados en esta confesión son los diputados de la oposición, el conservador PAN, de quien asegura que le “extorsionaban” y presionaban exigiendo más y más dinero a cambio de apoyar la reforma energética.
Lozoya también cuenta que se entregó dinero a los senadores Ernesto Cordero, Francisco Domínguez Servién, Jorge Luis Lavalle Maury, Salvador Vega Casillas. “Odebrecht sabía de su influencia y sometimiento, por lo que no la iba a perder, ya que participaba de manera activa en la política energética del país”, resume Lozoya.
Todos los señalados se han defendido acusando a Lozoya de inventar el relato para librarse de la cárcel.