Un destacado agente antinarcóticos de Estados Unidos admitió haber conspirado para lavar dinero con el mismo cártel colombiano contra el que juró luchar, una de las traiciones más atroces de la insignia en la historia de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos. Así lo informaron Joshua Goodman y Jim Mustian para The Associated Press.
Falta de supervisión a la DEA habría permitido el lavado de millones de dólares
El agente José I. Irizarry, se declaró culpable de 19 cargos federales, incluido el fraude bancario y haber desviado millones de dólares en ingresos de drogas del control de la DEA.
La acusación no solo fue una vergüenza para la DEA, sino que podría tener implicaciones duraderas en sus operaciones encubiertas de blanqueo de dinero. También planteó interrogantes sobre el nivel de supervisión que recibió Irizarry durante su carrera, en la que se le había confiado el uso por parte del gobierno de empresas fachada, cuentas bancarias fantasmas y correos para combatir el tráfico internacional de drogas.
Timothy J. Shea, administrador interino de la DEA, dijo que los delitos de Irizarry «no reflejan los altos estándares de conducta que exigimos a nuestros empleados y agentes».
“La corrupción y la traición al pueblo estadounidense, las mismas personas que debemos proteger, no tienen lugar en la DEA, y tampoco el Sr. Irizarry”, dijo Shea.
Arrestan a agente de la DEA acusado de conspirar con un cártel de drogas
El exagente miró abatido a sus manos mientras el juez federal Thomas G. Wilson leía los cargos. «Estoy expiando mis pecados», dijo Irizarry a The Associated Press después de la audiencia. «Quiero seguir adelante».
Irizarry, de 45 años, había sido acusado de presentar informes falsos y ordenar al personal de la DEA que transfiriera dinero programado para operaciones encubiertas a cuentas internacionales que él y sus asociados controlaban.
También fue acusado de compartir información confidencial de las fuerzas del orden con co-conspiradores, dijeron los fiscales, incluido un funcionario público colombiano y un presunto narcotraficante y blanqueador de dinero.
La conspiración no sólo enriqueció a Irizarry, sino a dos co-conspiradores no acusados, ninguno de los cuales fue mencionado en la acusación. Uno era un funcionario público colombiano, mientras que el otro fue descrito como el jefe de una organización de tráfico de drogas y lavado de dinero.
El exagente en Colombia considerado la “mancha negra” de la DEA
Irizarry enfrenta potencialmente décadas tras las rejas, aunque no se fijó una fecha inmediata para su sentencia.
Antes de renunciar en 2018, sus hábitos ostentosos y las historias de estridentes fiestas en yates con prostitutas en bikini se habían vuelto legendarias entre los agentes.
A partir de 2011, dijeron los fiscales, Irizarry usó la tapa de su placa para presentar informes falsos y engañar a sus superiores, todo mientras dirigía al personal de la DEA a transferir fondos reservados para operaciones encubiertas a cuentas en España, los Países Bajos y otros lugares, cuentas que él controlaba o estaban vinculados a su esposa y sus co-conspiradores.
En total, Irizarry y los informantes bajo su dirección manejaron al menos 3.8 millones de dólares que la DEA debería haber monitoreado cuidadosamente como parte de las investigaciones encubiertas de lavado de dinero, dijeron los fiscales.