Las filtraciones de la unidad de inteligencia financiera de EE. UU. tendrán un efecto devastador en la confianza y la confidencialidad que sustenta la profesión contra el lavado de dinero (AML), dijeron expertos en delitos financieros. Las empresas que presenten informes de actividades sospechosas (RAS) estarán profundamente preocupadas por la exposición de sus presentaciones obligatorias y legalmente protegidas, dijeron fuentes con experiencia tanto en el sector privado como en la aplicación de la ley, reporta Reuters.
La agencia contra el lavado de dinero del Tesoro de EE. UU., Financial Crimes Enforcement Network (FinCEN), ha sufrido una importante violación de seguridad, y los medios de comunicación se preparan para publicar una serie de artículos basados en sus existencias de datos confidenciales. El trabajo está siendo coordinado por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), que estuvo detrás de los Papeles de Panamá y una serie de otros proyectos de “fuga de datos”.
FinCEN ha dicho en un comunicado que estaba “consciente de que varios medios de comunicación tienen la intención de publicar una serie de artículos basados en los RAS divulgados ilegalmente, así como otros documentos gubernamentales sensibles, de hace varios años”. ICIJ no ha respondido a solicitudes de comentarios.
La filtración de datos de la unidad de inteligencia financiera (UIF) o la revelación de los detalles de una presentación de SAR es un delito penal según la Ley de secreto bancario de 1970 (BSA) y otras leyes y regulaciones del gobierno federal. Las sanciones penales bajo la BSA incluyen una multa de hasta $ 250,000 y cinco años de cárcel por cada delito.
Bill Majcher, un ex agente encubierto de la Real Policía Montada de Canadá, dijo el viernes que la filtración de los datos de FinCEN fue un acto altamente irresponsable y peligroso, independientemente de los motivos. La divulgación de información confidencial, como los SAR, podría comprometer las operaciones legítimas de aplicación de la ley, así como poner en riesgo a las propias entidades informantes, dijo.
No está claro si las «filtraciones» se produjeron debido a un compromiso interno o un ataque externo. Según el historial de violaciones de datos en FinCEN, las fuentes dijeron que era más probable que fuera el resultado de un «trabajo interno».
Es probable que la motivación sea malicia, influencia geopolítica o un sentido equivocado del deber público, dijo Majcher. “A veces, los gobiernos tienen que trabajar y tratar con personas malas para atrapar a personas aún peores. Como resultado, hay flujos de dinero y actividades que tienen lugar. Todos estos datos deben recopilarse, pero las UIF no necesariamente recopilan toda la historia. Eso lo hacen otras agencias. Los datos incompletos que se encuentran en el dominio público pueden comprometer asuntos mucho más serios que son de interés público mantener confidenciales ”, agregó.
Durante su trabajo con casos encubiertos, incluida la Operación Bermuda Short, una operación encubierta entre Estados Unidos y Canadá en 2002, se requirió que Majcher lavara dinero para los principales cárteles de la droga y organizaciones criminales a medida que acumulaban pruebas. Las entidades que filtraron información confidencial con el pretexto de «hacer sonar el silbato» (whistleblower) estaban jugando un juego peligroso, dijo.
La filtración que se derramó por el mundo
Es probable que el compromiso de datos en FinCEN reverbere más allá de los Estados Unidos, ya que los SAR presentados ante las autoridades estadounidenses a menudo involucran a bancos internacionales con actividades comerciales transfronterizas. Además, las UIF comparten inteligencia sobre casos de interés mutuo en virtud de sus acuerdos formales de intercambio de información. Las UIF y los bancos han estado respondiendo consultas en las últimas semanas, mientras el consorcio ICIJ se prepara para publicar el primer lote de historias a finales de este mes.
Gavin Coles, un consultor de delitos financieros, dijo que las filtraciones de FinCEN serían un gran golpe para las agencias policiales y las entidades informantes. Coles ha trabajado para el Servicio Nacional de Inteligencia Criminal del Reino Unido (NCIS), un predecesor de la Agencia Nacional del Crimen (NCA), así como en importantes firmas consultoras y bancos internacionales. La confianza y la confidencialidad fueron fundamentales para el funcionamiento eficaz del régimen ALD y de Lucha contra el Financiamiento del Terrorismo (CFT), dijo.
“Habiendo trabajado en ambos lados de la cerca, a nivel nacional y como oficial de ALD, sé que la preservación del secreto en torno a los SAR es fundamental para el funcionamiento eficaz del régimen de divulgación. Si los oficiales de ALD creen que pueden ser identificados públicamente como la fuente de información, el incentivo para reportar menos aumenta, sobre todo debido a problemas de seguridad personal ”, dijo Coles.
Agencias como FinCEN tienen información financiera significativa sobre países donde el personal bancario podría estar en riesgo por presentar RAS, como en América Central y del Sur, dijo Majcher. Las filtraciones podrían tener un «efecto paralizante» en los equipos de cumplimiento ALD / CTF y el personal bancario de primera línea, dijo. “Si estás en un país con un sistema judicial fallido o una población amenazada como México, realmente estás exponiendo a la gente a grandes daños y amenazas. Entonces, esto podría tener un efecto paralizador en el flujo futuro de inteligencia financiera. La gente necesita saber que sus informes son estrictamente confidenciales ”, dijo Majcher.
