El Global Bank of Commerce de esa isla caribeña asegura que en la actualidad no tiene nada que ver con el contratista colombiano, proveedor predilecto y ‘enviado especial’ del gobierno de Nicolás Maduro. Pero testimonios aseguran que por algún tiempo le sirvió como custodio y distribuidor de sus fondos. Se comprobó además que transacciones realizadas desde esa entidad con allegados y fachadas corporativas de Saab en 2016 y 2017 despertaron suspicacias entre funcionarios del sistema financiero de Estados Unidos. Así lo reseña un reportaje de Roberto Deniz para Armando Info.
Hubo una época en la que Alex Naín Saab Morán no era tan conocido. Cierto que su detención en Cabo Verde el pasado 12 de junio lo colocó en los titulares de la prensa de medio mundo y hasta obligó al régimen chavista a admitir una relación que durante años mantuvo en la sombra. Pero mucho antes del trance que ahora lo tiene al borde de la extradición a Estados Unidos, ya en el sistema financiero internacional se iban encendiendo poco a poco las alarmas por los movimientos de dinero que hacían algunas de sus opacas estructuras societarias registradas en Panamá, Suiza o Hong Kong, tras obtener millonarios contratos de distinta índole en Venezuela.
De ello hay rastros en algunos de los Reportes de Actividades Sospechosas (SAR, sus siglas en inglés) presentados por bancos estadounidenses a las autoridades de la Red de Control de Crímenes Financieros (FinCEN, por su acrónimo en inglés) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, e incluidos en la filtración que obtuvo BuzzFeed News y compartió con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), así como con otros 108 medios de todo el mundo -entre ellos, Armando.info-, para dar lugar al presente proyecto de los FinCEN Files.
Mucho antes de que Saab fuera calificado como “testaferro” del propio Maduro e incluido en la lista de la Ofac (Oficina de Control de Activos Extranjeros, también adscrita al Departamento del Tesoro), o de que el chavismo lo ascendiera a la condición de “enviado especial” del Gobierno, esos documentos secretos arrojaban pistas sobre los bancos que el principal proveedor del régimen chavista utilizó para colocar fondos, así como de otras fachadas financieras utilizadas para intentar blanquear operaciones, especialmente las ligadas al negocio del suministro de alimentos para los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), el programa con el que el gobierno de Nicolás Maduro vende alimentos subsidiados a los sectores pobres de la población y que a la vez funciona como un instrumento de control político.
FinCEN Files: Cómo los gigantes bancarios ayudan a blanquear billones de dinero negro
El 2 de marzo de 2017, la empresa Group Grand Limited transfirió 5.5 millones de dólares en favor de la mexicana Jaifar Comercial por “paquetes de comida”. El dinero salió de una cuenta bancaria en el Global Bank of Commerce, de Antigua y Barbuda, hasta el Banco del Bajío en México. Group Grand Limited está domiciliada en Hong Kong y es apenas una, aunque quizás la más sonada, de las compañías fantasmales con las que Alex Saab y su socio, el también colombiano Álvaro Pulido Vargas, controlaron desde su inicio en 2016 el millonario negocio del suministro de alimentos para los Clap.
Esa misma transacción por 5.5 millones de dólares etiquetada como sospechosa en los documentos de la FinCEN está incluida en la denuncia DEN-UIF-40-2018 que, un año después, formuló la Unidad de Inteligencia Financiera de México ante la Fiscalía de ese país contra las empresas de Saab y Pulido por la venta a Venezuela de alimentos de mala calidad y con evidentes sobreprecios.
Para el momento de la transferencia entre Group Grand Limited y Jaifar Comercial, la sociedad registrada en Hong Kong había recibido al menos un contrato por 340 millones de dólares de parte del gobierno de Maduro. Meses después, en julio de 2017, consiguió otro con Corpovex, la estatal venezolana encargada de centralizar las importaciones públicas, por poco más de 425 millones de dólares. Ese mismo año también firmaría al menos dos convenios más por 154.4 millones de dólares para importar medicinas de la India, promesa que cada tanto repetía Maduro para calmar el severo desabastecimiento de medicamentos que por entonces ya sufría el país.
En público, en cambio, Alex Saab lo negaba todo. Negaba su vinculación a Group Grand Limited, pese a que en abril de 2017 Armando.Info había revelado que uno de sus hijos, Shadi Naín Saab, fungía como director de la empresa, o que en agosto de ese año la fiscal venezolana en el exilio, Luisa Ortega Díaz, lo señalaba de manejar la compañía como testaferro de Nicolás Maduro.
“No hago parte de la empresa vinculada a los alimentos”, afirmó Saab al diario colombiano El Tiempo el 25 de agosto de 2017. Negaba también conocer a Maduro “más allá de un par de actos protocolarios”. Paradójicamente, nada más ser detenido el pasado 12 de junio en Cabo Verde, la Cancillería de Maduro calificó a Saab como el “enviado especial” del Gobierno que, precisamente, se encargaba de las compras de alimentos para los Clap y de medicinas para atender la crisis de la Covid-19.
Entre los documentos de la filtración de los FinCEN Files se encuentra otra prueba de la relación de Saab y Group Grand Limited: en enero de 2016, la sociedad inscrita en Hong Kong y con cuenta en el Global Bank of Commerce de Antigua y Barbuda transfirió casi 150.000 dólares a Cynthia Certain Ospina, quien para ese momento ya era ex esposa de Alex Saab, a una cuenta bancaria en Panamá; en marzo de 2017 hubo otra transferencia por 36.465 dólares a una empresa colombiana de reservas de eventos y espectáculos justificada como “pago de reserva de hotel”.