Caso Víctor Vargas: Al ‘banquero de Chávez’ siempre le queda su real y medio

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Foto Archivo

Víctor Vargas, después de tantear la opción del Banco de Venezuela, adquirió CorpBanca en 2006 y, dos años después, quiso unirlo a su marca matriz, el BOD. Pero los reguladores le pusieron como condición para aprobar la fusión que se deshiciera de un valioso activo, sus acciones en el Banco del Orinoco de Curazao. Así que el magnate superó el obstáculo con creatividad, audacia y mucha ingeniería legal-financiera: buscó una empresa de papel en Luxemburgo con la que fingió una compraventa que terminaba en el mismo Vargas. Así lo reseña un reportaje de Isayen Herrera y Ewald Scharfenberg para Armando Info.

Víctor Vargas: De banquero rojo a Madoff del Caribe

En 2019, el banquero venezolano Víctor Vargas sufrió un par de reveses importantes.

Sin duda, el principal y más lesivo fue el colapso de su circuito de bancos en el Caribe. En septiembre de ese año, por problemas de iliquidez e irregularidades jamás explicadas en sus procedimientos, las autoridades del Banco Central de Curazao y San Martín intervinieron el Banco del Orinoco NV y cesaron su licencia para operar en esa jurisdicción antillana. La estocada produjo un efecto dominó en el emporio bancario de Víctor Vargas, del que el Banco del Orinoco en Curazao era piedra angular: el Allbank de Panamá, fue también intervenido y cerrado; Bancamérica de República Dominicana, intervenido y rehabilitado; y el BOI Bank, intervenido brevemente por la Financial Services Regulatory Commission (FSRG) de Antigua y vuelto a los negocios. El BOD de Venezuela, originalmente Banco Occidental de Descuento, permanece desde hace dos años intervenido mediante resoluciones que se renuevan cada 120 días, pero con las puertas abiertas.

El banquero rojo: Un hueco histórico

El otro percance resultó algo más imperceptible, y sus efectos apenas ahora se dejan sentir. En 2019, apremiado por las presiones de la Unión Europea, el Gran Ducado de Luxemburgo optó por hacerse un poco más transparente. Considerado como un paraíso fiscal en el corazón de Europa, mampara para maniobras de evasión de impuestos y encauzamiento de dineros negros, convino en hacer público su registro de empresas.

Y al caer ese telón de secretismo, quedaron a la vista las impudicias de empresarios de todo el mundo. Entre ellas, una empresa de Víctor Vargas llamada Esmerald Partners I.

Víctor Vargas y sus amigos “ahorraban” en el Banco del Orinoco

La revisión de los Estados Financieros presentados año a año por Esmerald Partners I a los reguladores bursátiles de Luxemburgo desde 2006, año de su constitución, hoy permite comprobar que Vargas usó esa cáscara empresarial como el sombrero de un mago.

También dos fueron sus actos de prestidigitación o, en realidad, de fingimiento, que hizo con ese sombrero. Ambos datan de 2008 pero sus consecuencias se extendieron hasta ahora.

Autoridades aprueban liquidación del BDO de Víctor Vargas

En uno, simuló la compra por parte de un tercero -que en realidad era él mismo- de un paquete accionario de Cartera de Inversiones Venezolanas, su principal vehículo de control de empresas en Venezuela.

En el otro, pretendió vender sus acciones del Banco del Orinoco NV -el mismo de su futuro infortunio-, una condición que le impuso en 2008 la Superintendencia de Bancos de Venezuela para aprobar la fusión entre el BOD y CorpBanca.

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